PRIMERA PARTE
NIEVA SALE DEL HOSPITAL
Nieva, como hija adoptiva de Unamuno, nació en la 7ª Planta de un hospital, pensando que aquellos síntomas eran fiebre, que eran momentos siniestros, que no iban a ser superables tras su triunfal gitanada entrando en el Hospital, en el Centro de Atención de salud pública, Allí comenzó a encontrarse como un ser que podía sobrevivir.
Fue entonces cuando tras ver a varios especialistas de urgencias se decidió a entrar en aquel cuarto y ver cómo y en qué circunstancias se encontraban de nuevo. Ella miró en derredor y observó rostros conocidos y caras aún que pertenecían a seres con identidad, sobre las cuales conocía su existencia…
Después, tras darse cuenta de su realidad emprendió su camino de retorno. Quería volver al hogar donde siempre había estado con sus padres. Volver a su casita de nuevo y ver allí a sus dos hermanitos.
Llevaba grandes cosas en la cabeza incluso creyó que podía pensar. Aprovechó el tiempo para decirle a su padre que le facilitase, para poder sobrevivir, un libro de Unamuno.
Un libro como caído del cielo, un libro pequeño, de bolsillo de donde podría repasar las bienaventuranzas y las mejores ideas y sorpresas, historias… para llegar a ser una escritora.
Nieva, era fea y sucia: como un feto y dicen que no le valían los pantalones que llevaba de enfermo, pantalón de enfermo sin curación. Todo lo que ocurría, tenía lugar dentro de ella, y en su espacio vital, allí, en el hospital: era un rincón compuesto de una cama donde ella se acostaba y un butacón situado tras los cristales y barrotes de un pequeño y triste ventanal que permitía ver pues era un día que clareaba. Iba como entrando tras los golpes de luz del sol, sin entender de dónde provenía aquella sensación ¿era su soledad? (Miraba por la ventana).
Tenía problemas para respirar y se creía un extraterrestre por eso fue por lo que pudo volver a su casa, llegaba a discernir lo real de lo irreal. Aquel fue uno de sus mejores días ya que fueron sorprendentes los resultados.
De esta manera sería como alcanzaría un nuevo modo de volver a su hogar, nuestra Nieva que no quería mentir y que no quería hacer cosas al revés.
Pero todo comenzó a pasar poco a poco con rectitud, era como un sonsonete que latía: flú, flú, era una canción rimbombante como un juego de palabras… todo aquello adquiría tintes de locura. ¿Sería cuestión de mente? ¿O sería cuestión de nariz?, no se sabe lo único que puede ser verdad es que Nieva había comenzado a aprender cómo se podría ser, estando a gusto consigo misma, sin olvidarse de otras pequeñeces a las que aún no había dejado de acostumbrarse. Esas pequeñeces no eran otra cosa que pequeñas manías que daban lugar a una necesidad de encontrarse con su propio carácter.
Por todo lo que posiblemente puede ser valorado y tenido en cuenta, ella permaneció unos quince largos días aislada en aquellas alimonadas paredes que todavía no habían sido hechas ni desechas, como un torreón en su mente. Aquello no era un castillo, ni un palacio, simplemente era como un foco medio fundido, un foso lleno de cocodrilos que aguardaban a qué algún paso saliese directa o indirectamente de adentro hacia afuera y fuese capaz de atravesar las puertas con cuidado. Un paso hacia adelante y no hacia atrás por lo que se podía atravesar directamente la puerta. Saldría de allí con permiso de los sanitarios, no intentó escapar. (NIEVA se siente prisionera en el hospital)
Hubo chiste y todo, era Navidad y como Dios manda los Reyes Magos habían ido a descubrir que aunque enfermos, mantenían viva la ilusión. Así en su crónica Nieva tiene un mal, un mal que arrastra, un mal crónico y perentorio… Los Reyes Magos vinieron y ella aún sigue recordando que eran sus primeras Navidades Blancas fuera de casa. No estaba acostumbrada a decir mentiras ni a contar falsedades por lo que no pensó ni por un momento en que aquella inverosímil y extraña fantasmagórica presencia, descubierta se convertiría en algo agradecible, había que recibir a los Magos de Oriente.
Pero aquello era así: Aquel feto, había sobrevivido y estaba en la sala de camas, tenía ante sí un montón de dulces y golosinas traídas como regalo… “habían sido los Reyes que traían bombones”
Allí en el hospital las relaciones eran bastante buenas y la simpleza de sus fatuos y risueños ruiseñores resonaban desde lo más sensitivo de su parpadeo, de sus gustos y sus sabores, de sus realidades, de sus ricos manjares. En el hospital se comía bien y era como se podía ver que aún existen motivos para creer en la sapiencia y en la sabiduría. Todo con filosofía y sin ver los tebeos y comics que le gustaban de pequeña.
Así y todo lo que pudiese resultar más fácil indica que hay formas de ver y de sentir sin ver y sin sentir. Me refiero a las llamadas, las huérfanas y tristes, miserables y caóticas voces que a veces llaman a los enfermos… ¿qué querías de regalo de reyes?: collares, joyas… pero no había quién ni qué, me conformé con los bombones. La comida de Navidad en el hospital de aquella noche consistió en una pierna de cordero sin grasa y ensalada mixta bien aliñada, de postre un polvorón.
Algo que entristecía y hacía difícil en aquella situación era superado por la divinidad de un rezo antes de irte a dormir. Las noches en el hospital pasaban despacio tras la horas de tomas de la medicación todo era tranquilidad pero Nieva vivía sus pesadillas, allí envuelta entre las sábanas y demás ropa parecía una imagen que había perdido su color, como si se tratase de un rodado, de un film en blanco y negro.
Soñaba, flores silvestres, rocío de la mañana, se transformaban en pétalos ajados, aquello que debía ser un sueño idílico se transformaba en un descanso desagradable, se planteaba la protagonista si dormir era un problema o un placer, de cualquier forma echaba de menos su colchón de marca en su habitación de toda la vida.
Aquella noche se observó y de verdad se sentía dolida y triste, no había manera de evitar la depresión, pero ella quería luchar, alcanzar un poco de tranquilidad, conseguir comprender de dónde provenía su mal…Aquello había de evolucionar de forma positiva, no debía dejarse llevar de la fatídica señal de su enfermedad.
Se fue a la cama, ya sentía de otra manera. Se dio cuenta de que su mente pensaba en Alemania… ¿le gustaría a Unamuno, Alemania? No sabía si aquello podía ser un poco siniestro o un poco triste sino que al retroceder sobre sus propios pensamientos fue como se encontró con los otros enfermos, sus compañeros de habitación. Se decía una y otra vez que si tuviese padre le enseñaría mil y un trucos para sobrevivir pero no sé si sería acertado, apreciado o quizás un triste y necio creer, como un enfermizo y casi sangriento sentimiento que provocaría en ella misma la esperanza de que algún día, su problema grave, su locura, no le llevara a más que desear ser hija adoptiva de Don Unamuno. (No sé si lo parece pero NIEVA tiene su vocación)
Aquella noche soñó y le pareció ver cómo un pajarito salía de su cabeza.
Salió sonriendo diciéndose a sí misma mil tempestades y un trinar recordando lo que había soñado. Había pasado la noche. A la mañana siguiente se oían rumores y fue como sintió unos pasos de un hombre que no era real, que no estaba, era ella sumida en su propio sentir. A la tarde todo estaba preparado sólo faltaba el momento para la fuga para encontrar en el camino un modo de alcanzar la salida tan difícil como deseada. Fue como salió de su cárcel casi de la mano de su mamá y sintiendo las pisadas de su papá, que las acompañaba. Ella volvía a casa.
Al levantarse tras el desayuno y la ducha fue a ver al guardián de sus sueños, allí se sorprendió tres veces… no sabía dónde estaba, quizás recordando aquel viaje en que encontró un cantautor en el Puente de San Carlo de Praga, o si se encontraba por el contrario entristecida por no haber aprovechado el tiempo a tope y evocaba otros viajes en que su soledad implicaba más soledad, pero el tercer sentimiento se presentaba como una forma de lograr o adquirir en pocos segundos una personalidad.
Una vez en aquel su hogar, sus primogénitos: papi y mami fueron los que le dieron la bienvenida y la buena nueva de la Navidad, allí estaban los regalos de sus allegados… sus hermanos. Ahora pensaba todo con frialdad: había estado ingresada en el hospital, pero solo temporalmente, y volvía a casa, su hogar de toda la vida. Sus padres luchadores sin tregua, padres coraje, capaces de entender a su hija en la locura con la que se encontraba de una manera inconsciente, manifestación clara de una enfermedad cuyos síntomas se veían reflejados en la falta de coordinación, la falta de coherencia y la deformación de la realidad, siempre buscaban soluciones a sus problemas mentales.
Había vivido delirios, porque sintió que en la cárcel (no llegaba a entender que había hecho ella allí en el hospital) pero todo lo vivido, le permitía valorar todas las cosas que buena o malamente existían en su vida, su cuarto, su armario, su ropa,… de nuevo en casa… ¿era una segunda oportunidad?
Pasó el tiempo y se dio cuenta de que había muchas cosas por contar, no sólo a sus padres, sino también al pensador que le abrió la cabeza, tenía mucho que decirle a su padre putativo, Unamuno.
Su padre era Unamuno, una estatua en su ciudad natal. Pues bien, ¿llegaría ella a negarle? No estaba segura, puesto que había recibido de su mejor aliado (el escritor), que existía el más allá pero también un poquito más acá.
Ella con su libro, ese que había caído del cielo trató de ver si le permitía continuar sentada en el mismo lugar. (Allá en el hospital), estaba en un butacón, allí se dio cuenta de que no había pasado nada. Que aquello era un pensamiento muerto o un muerto sin pensamiento. Pensó en la imagen de su “¡Papá!”, la estatua inerte, fría, fue como descubrió que su padre (si se me permite entender así al insigne Unamuno) tenía una barba puntiaguda cubriéndole el mentón, justo cerca de la garganta. Ella quería que fuese a cortarse el pelo y se afeitase. Así ella entendía un poquito el significado de la muerte. Porque piensa que la estatua sigue en su sitio y que aquél pajarillo que se le escapó a ella de noche, brotando y aleteando para salir de su cabeza, eran todo indicios de un mundo que se le abría paso, donde su labor consistiría en narrar y redactar hechos con coherencia, por lo que quitarle la barba a Unamuno, era un capricho casi inenarrable.
Llegaría a la Navidad siguiente, al menos lo creía en su imaginación: ¡Qué experiencia!, ¡un beso singular!, ¡a aprovechar! De momento quería atrapar en su vida la experiencia de una navidad lejos de su familia. Al llegar a casa todo estaba en orden y sólo podía pensar en aquel triste momento en que años atrás y allí en su mismo cuarto estaban guardados los misterios de su enfermedad. De esta manera se corregiría y se entretendría en ver sus cosas, y sus libros, también había regalos (ya lo hemos dicho), de los cuales quería conocer su utilidad y lo real que puede resultar ver como llorar y reír, por y con aquellas pequeñas cosas.
Buscando en pos de la cordura, se dio cuenta de que en sus manos no había sino un triste libro, un nuevo libro, un libro de refranes. Se dio cuenta de la labor que el monstruo de la nariz siniestra, le había encomendado: escribiría, sí escribiría.
Todo empezó con el canto del cuco que fue a esa hora cuando algo gritó desde lo más oscuro:… YOP….
Era su propia imaginación.
Volaba ella sola, así es como aquella vocecita interior salió al exterior pintada y llena de flores, flores que no eran reales. Una vez, YOP, su amigo invisible hacía sus cositas, surgió en la sonámbula noche de Don Nicanor, un muñequito transparente que andaba y se entretenía en buscar su comida… No puedo, no puedo…
El padre, la madre y sus hermanos, no habían terminado sus oficios y ella Nieva no pudo tener más que un conflicto medio irreal. Era el hecho de ser traspasada con una lanza en caso de ver una posesión nueva de su único legado, si morir fuese y fuese su progenitor, nada sería lo que encontraría: “bonita herencia”
El, su padre, estaba bien situado y así fue como descubrió que aún no habían encontrado nada más que flores oscuras y maldiciones estúpidas. Cómo orar en un duelo… cuando muriese su padre ella sentiría el dolor del duelo por la muerte. No sabía nada de la herencia. (NIEVA se plantea la cuestión de la mortalidad humana)
Su padre adoptivo no era como sus papitos y mamitas sino que se sentía angustiada la propia y bobita, fea e irreal mujer enfermiza.
Descubrió en su tiempo, en tiempos de hogar de infancia a sus mejores amigos, los héroes, los duendes del mecanismo de Unamuno como ser humano que había aprendido a decirle al mismo tiempo que sí y que no. Que casi, por un momento existía un más allá.
-¡Él no lo creyó! Y por eso, por la herencia que me toca (miradas directas de su barba picuda)- fue como Nieva se dio cuenta que entendía la filosofía de su padre pero que Unamuno era del todo desconocido para ella.
Cree que renegó de su papá y hoy las fábricas siguen humeando cerca del río y así fue como descubrió que sólo había un poquitico de energía diferente, hacer un viaje en el tiempo… podría algún día llevar a su padre (Unamuno) al barbero, ¿por qué? Porque no sabía si en su origen como estatua tenía hierro, acero o cobre. ¿De qué tono era su estatua?, ¿era barbilampiño?, le gustaría ver rojizo el bello de su rostro, más sólo era para diferenciar al personaje. Había aprendido esa palabra que significa “de barba roja” en su deseo por descubrir detalles de su padre adoptivo, quería identificarle como si esa palabra fuese correcta para identificarlo, (locura atrevida)
Entonces tras cuidar las formas de comprender a su padrastro se encontraba viviendo en un sin vivir, ¡sin vivir pero viviendo! Pensaba en las cosas que son de ley y la tristeza le embargaba, había perdido a su padre y en realidad nunca le había conocido sino por los pensamientos de aquel libro que pudo leer mientras luchaba, y gracias a su terapia, salía de su enredo mental.
Pronto fue a descubrir la diferencia de Unamuno y otros autores:
Los escritores, se identifican por su personalidad, era lo primero que había de adquirir, una personalidad y una manera personal de escribir, era algo innato, encontrar en su soledad textos que narrar y poder hacerse con las riendas de un carromato desde el pescante con la intención de crear su propio estilo literario.
¿Para qué sirve un escritor?, ¿para mostrar a su lector aventuras e historias?
Pasarían otras navidades, y este año no se perdería el discurso del Rey: ¡cuidado que habla él!, el elegido por Franco, se observa en la tele donde aún se respeta la alta alcurnia.
Discúlpenla ustedes es que Nieva se ha ido a buscar otros padres creo que no puedo dejarla sola, incluso hoy resulta que quería que le robasen: ¡es que no saben cómo se las gasta! Tiene ideas de chorizos…. ¡Jesús!
Más tarde y de manera sencilla se ve cómo sus pistonudas y mal enredadas ideas, (marañas), sus voces, sus gritos, sus telas de araña…
Continúa así sin dar gritos, dejando a su libre albedrío las voces miserables y desafortunadas que hablaban de unas ideas inverosímiles, un tanto desconcertadas y algunas visiones que suponían un cúmulo de despropósitos pero también un gran calmante para añadir a su realidad… un toque de fantasía.
¿Qué l-e-t-r-a me va a mí a gustar?
La L no es buena
La LL es doble
La LLE es un rayo sin luz y
La OYE un Rayo con Y griega- es como escucha el interior de su cabeza hueca.
Pero ella se esmeraba por escuchar las voces, los sonidos, los colores.
Aquí estaba Nieva batiéndose en duelo entre YOP y yop, que si “de”, que si “dp”, que si “pe”. Era como un misterio. Era su bebé, su imaginación, todo comenzó a alcanzar realismo, eran sus propias ilusiones pues yop era genuina, una ingeniera de las superficies minerales, una empatada volcánica mujer-niña hecha añicos como una muñeca maltratada por sus enemigos… sufría, se dolía: ¡qué sufrimiento!, ¡aún podré sentirlo! (NIEVA, se manifiesta como creadora de ideas y personajes)
Pobre Nieva faltó a su verdad, entonces recordó que habría encuentros más reales y voces más altas, ¡era yo!, ¡era ¿quién?! ¡Era YOP!... Yop, yod, yo… ¡Espere!
Su cuento de hadas era como un mar crecido a lo lejos en altamar… pero ¿qué viene tras la l, la r, la v, la b…? No se trata sólo de ortografía, busca entre tus páginas y verás como el abecedario continúa su ritmo y ahora no creas que este diccionario es como tu plumero: “Que limpia, brilla y da esplendor”
Menuda maravilla, buscaba con seriedad y cordura, el significado que podía darle al libro, aquel del cual venimos hablando y que tan útil y adecuado resultó: un libro, es un documento compuesto de páginas y lleno de letras que forman palabras, aquellas palabras era pura filosofía, con aquél ejemplar, (que dicho sea de paso, le llegó del Ayuntamiento, un día estaba en su buzón) descubrió lo trascendente de la vida. Entre todo lo cercano a la aprendiza de escritora, lo primero era el pensamiento, la doctrina, la ciencia lógica, un sinfín de materias que tan maravillosamente reflejaba “el padre del pensamiento”.
Con aquella experiencia, Nieva se retó a sí misma a hacerse escritora…
También aprendió de sus propias experiencias, aquel libro era cual manzana de Newton, trataba de encontrar cosas lógicas, con significado, entendibles… ¿Podría Unamuno ser su padre adoptivo?... no podía preguntarle, y a quien pedir permiso… lo tomaría por historia certera.
¿Y cómo es Nieva? Nieva es azul, no de cualquier otro color. Rosa y negro en su vestimenta, propia de los ochenta, había colores y sombras en su mente, (ella solía decir que alucinaba en colores) además su inteligencia le permitía sentir luces y sombras en su pensamiento, le gustaba la coherencia, aunque a veces se dejaba llevar por la imaginación, pero después intentaba darle significado a todo aquello que reflejaba con ideas y palabras. No podía reflejarse en los espejos… parecía que quedaría encantada… todo un encanto, sólo se miraba. Alguna vez vio las luces y las sombras, e intentó lo imposible, se llevó una lección, todo lo que surgía de su mente venía representado en forma de un espectro.
Hay inocentes, voces que se oyen desde un lejano castillo, donde los personajes lloriquean, son leyendas, como cuando los tigresas y los tigres aparecían uñadas y armadas de gules, pero no se entiende muy bien que han de defender. Cada cual su fecha, la fecha de Unamuno, simbólico personaje de la vida intelectual, coincide ser el día último del año.
Buscando la fantasía, se atrevía a discernir lo ideal y lo vivo, una cosa era su primogénito y padre genético y otra cosa aquel personaje que acostumbró a mirar camino de sus clases de periodismo. Hoy recorría un camino diferente, era el día de la feria del libro. Sí, hay más autores, mas no pretendo, emular a ninguno, no quiero copiar, ni plagiar ninguna gran obra: “cada maestrillo con su librillo”. Nieva desde lo más encerrado de su propia existencia ve como previsto y realizable un proyecto que podría eternizarse y lograr lo inlograble (lo que no se puede lograr), ¡no señor, con realismo!”
Buscaba encontrarse consigo misma: Su propia identidad, ¡dejad mi carnet! Que hoy hay guerra y no cesa la paz, Dios mío, ¡no! Paz en la guerra y guerra sin paz.
Padre: que yo sola aprendía a reflexionar. Me lo pidió él, el de verdad, el amigo del otro, el de antes… mi padre Tomás. Y dijo él mismo: ¡qué paz dejará de haber! Y es que los sociólogos y los que estudiaban el caso pensaban que aquella era la del número tres, la tercera, pero cada uno tenía su guerra, su lucha, la de Nieva encerrada, interna bajo las feas y tristes apariencias de ser una mentira. Me acuerdo aún mientras soy un sucedáneo de Ana Frank que ve la guerra en la ducha, y lo llama holocausto (Era Alemana). No sé, no recuerdo. Entonces olvida sus pesadillas y la gente se acuerda y precisa con delicadeza - ¿y tú de quién eres? Y ella dice:¡la hija de mi padre!, ¿qué pasa te atreves?... todo eran pensamientos que iban y venían con gran celeridad.
Allí aquella mañana estaban todas, Ana y ella Nieva, la no sufridora, la fea, la integrista, la lapidada, la del rostro de fuego, la que por la mañana lloraba, la que no podía dejar de mostrar su ensueño… ¡me has despertado, mamá!áááá
-Ten cuidado se le sale la á de la admiración.
Su mami está lejos. Y ¡mi papi! Nadie le respondía o no sabían responder o no podían: -Mamá, despiértame… que estoy teniendo una pesadilla… Por favor, mamá. Princesa que ronca sutil y elegante nada que ver con un cañón que dispara a lo lejos… ¡Qué fue ese ruido!, ¡quién gritó! Mamaíta me has despertado, soñaba. Fue una visión irregular. ¡Mamá, ¿cómo se puede salir bien de este peligro?! Qué esta mañana desperté asustada, que sí mamá que tu niña ha tenido una pesadilla… que hoy no he llorado… ¿podré volver a dormir, para descubrir los secretos ocultos que me atormentan?
Ya estaba con un pie en la ducha, pensando, cuál triste era su destino, pero lo mejor de todo era el haber podido volver a casa.
A papi también le tenía cuestiones qué hacer: ¿quién puede ser deportista? El ogro me quería enseñar a sufrir… yo sólo entendí que el ogro es la muerte… y correr en estas tardes precipitadamente nos puede provocar una dolencia de huesos.
Tu niña, papi, ha tenido una experiencia preciosa, quiere dedicarse a las letras, a las palabras, a las frases, a los párrafos, a los textos en general. Papi que casi me endiñan, que casi pierdo la vergüenza. Papi que otra vez estoy aquí, leyendo, pensando, riendo, cantando… Que no estoy tan sucia, que soy una adoptada… eso creo (difícil trago contártelo a ti).
Mientras tanto el mundo seguía su curso, una señora mayor se cayó desde la azotea, con tal suerte que no falleció, sólo unos rasguños. Fue un suceso de carácter milagroso, como sería… no sé, yo quiero seguir rezando, pues la vida es impredecible, y el dolor y la muerte son los peores sentimientos que nos azotan en esta realidad llena de incertidumbre.
Volvió al Árbol de Navidad y faltaba el simbolismo de un Papá Noel, ese barbitas gordito vestido de rojo que ha empezado a celebrarse en tierra española. Sí, algo habría que hacer para el año siguiente, para no perder la ilusión, pues las niñas de la casa, tenían derecho a recibir los regalos del canadiense protagonista, que lleva regalos a los niños y niñas que se han portado bien. Había que pensar en decorar y volver a vivir la Navidad, pero otra vez en casa, con los niños, con mis hermanos, y parientes más allegados.
Ningún amigo o amiga había ido a visitarme al hospital… me sentía tan sola, pensaba en mis experiencias vividas viajando en avión hacia el este de Europa. Viajar era manifestación cosmopolita de un cambio de domicilio, bien por un periodo largo o más corto, pero fue precioso visitar aquel Castillo de Transilvania. Aquellos habían sido otros días, una temporada en que viví recorriendo fronteras, con un amigo que no llegó a significar nada especial.
A ver Nieva: la guerra de siempre, la de las películas, la de los buenos contra los malos. La de enemigos y amigos y hermanos, y misiles y troncos talados y fantásticos gritos fantasmagóricos, fantoches, fantasmas que flú, flú, que qué rimbombante. En qué film eres tú protagonista… -No sabría decirte. No eras sino su única idea, ser una persona que en su realidad enseñaba a su padre, él era su discípulo, pero todo venía de los pensamientos de Unamuno, cuando estudiaba en la Universidad era mi vecino preferido, con talante de calma y serenidad, aquella estatua era un ser frio pero un ser cálido en espíritu.
Nieva volvió a sufrir una alucinación, algo de su madre, que era negra y no cantaba y no estaba con ella porque tenía prisa y no había tiempo para dejar las cosas tal cual estaban que fue entonces cuando sospechó que alguien la engañaba y ¿¡quién era!?
Así estaba YOP, gritando mientras corría a cuatro patas como una muñeca mecánica, como un bebé al que había olvidado colocar la cinta azul o rosada. ¿Aún no entendía de colores? Solía comentar… ‘yo alucino en colores”. (Pero eso ya lo he dicho)
¿Estás ahí papi?, ¡quién habla!... es sólo una voz que llega de lejos, es elegante y silencioso hombre de letras… ¡que qué comenta! Nada habla de sus energías de su realidad y su efectiva coherencia.
-Pero, ¿es posible?
-Claro que sí, mira aquí lo reza: chiquitita, chiquitita….
-No sea pesado, sólo soy una señorita y no puedo callarme, pero tampoco quiero declararle la guerra a mi señora madre.
-Pues vámonos a Irlanda
-Idiota hasta en el andar se te nota.
Aquel diálogo de besugos era atronador, sonaba como a despedida, aquella fue la última vez que mantuve una conversación con matices y detalles racionales, iba olvidando la realidad para hacer de mi amigo invisible, YOP, una herramienta de este trabajo arduo y difícil, de plasmar por escrito todo lo que dicho personaje podía llegar a significar para mí.
Se trataba de olvidar aquello negativo de mi vida, para junto a mi amigo invisible crear un personaje y creerme que podría todo ser real. Si verdaderamente me iba a dedicar a escribir, debía tomar las riendas del caballo para llevarlo domado, de tal manera que mi propio ser, se fuese consolidando como un ejemplo vivo, una manifestación de encontrar cosas que narrar, o historias que contar para vivir en comunidad, en sociedad cubriendo el rol de comunicador. (el caballo y su significado: amigo del enfermo mental)
Recordando de mi experiencia vital, durante mis años de universitaria, vi un hombre que subía arriba, era su aniversario, ¿aniversario de qué? Se preguntará usted: Aniversario de fallecimiento, cayó muerto en Navarra, más concretamente en Pamplona, de la cual sólo conozco la plaza… Cerca de allí queda Estella. Son zonas de tierras comprometidas, tierras que tienen algo que contar, y dónde sigue habiendo vida…y yo allí, (qué punto). Aquello pasó pronto, una ceremonia eclesiástica y a otra cosa mariposa. (NIEVA evoca hechos pasados sin hablar de los protagonistas)
No soy pintora, sólo soy escritora, les digo, les comento, les cuento. No veo más misterio. Qué si un hombre muere cerca de Málaga, un rubio al que sigue una bonita flor, una dama de Italia, el caso es viajar para olvidar. Ser una persona de culo inquieto, pero siempre venían conmigo las pesadillas.
-¿Qué pasó con la pesadilla?
-Que voy de viaje
-¿Hacia dónde?
-No a ninguna parte. (Aún tengo esa sensación siniestra de frío, de noches angustiosas).
Todo empezaba siempre por ser un sueño, no puedo volver a viajar, me sienta mal, estando de viaje me convierto en una mujer fatal y no era mi intención, lo que debía hacer es adueñarme de mis sueños y mis diálogos con YOP. Él siempre juega a descubrirme pero no puede. Seguirá en su mundo llorando, siendo y viéndose genuina y miscelánea una mezcla entre su propio ser: sin ser y siendo.
-¿Dónde te has metido?
-Aquí en España, ¿no me ves? Bueno, busca más abajo
-No sé dónde tengo que buscar. (reíanse unas voces ocultas).
Pensó que era su padre: ¡Papá, papá, ¿has visto algo?! Dónde estoy… estoy aquí en el hospital… pero viendo las sábanas estas no están mojadas, estas no se mojan, están secas, menos mal. (Por descontado no sé muy bien donde estoy, pero al menos sé que ya no estoy en el hospital).
Eran Nieva u YOP. YOP tenía una voz ronca que casi no se oía, parecía un muchachín que comenzase a tocarse el pitín… ¡pa ver qué es eso!
Nieva estaba trabajando: Así era Unamuno, un hombre pensador, un escritor genuino, ingenioso y que trataba de enseñar con su sabiduría. Cristiano que se planteaba el ateísmo. ¿Qué relación mantendría con Fray Luis de León?, no eran ni del mismo siglo, pero ¿qué pensaría el bueno de Villalobos!
-Pues nada, aún no habían descubierto a Unamuno, no pasó nada, un silencio nada más. No era mucho lo que sabía del insigne catedrático, sólo sé que pasó por aquí y dejó su huella. Su vicio: la papiroflexia.
Parecido a Unamuno, el Doctor Don Eliseo Hernández, hombre de gran provecho y con gran vocación de médico:
-Mamá ¿tú crees en los fantasmas?... mami que quiero dormir otra vez, pero no tener pesadillas. No sé si te quiero, haces que las cosas parezcan distintas. Tú eres mujer, y ¿yo?, ya no soy una niña. Te lo intenté decir, mami pero no me oías. Hacía frío, ¡no quiero salir de casa! Qué son esos ruidos… es la “Securitate”, las “SS”
Pensando en mi situación llegaban a mi mente retazos de la novela de Ana Frank. Su diario estuvo en mis manos, pero una edición joven de biblioteca de bolsillo, me fascinó… ¡no me acuerdo cómo era! Pero lo volvería a leer… mi madre escuchaba desde el pasillo, desde allí y casi sin mover un dedo rompió la caja de los sueños.
-Se rompe, se rompe la caja de los sueños… ¡no juego!
Pues yo hoy he tenido mi holocausto en la ducha, que sólo salía un chorrito, y qué miedo que no había en ella ni un síntoma de desconcierto porque YOP es valiente y me ha dicho que escribe ahora y le gusta, que le gustan las palabras, las letras y que estudiaría las mil y una formas de volver a contar todo lo que ocurre, que dice que le ocurre a ella…
Estamos en Europa, somos europeos, fue así como surgieron las voces y los gritos y todos íbamos hacia la globalización, en busca de un horizonte. Habían sido varios los guerreros, los manifestantes, los rebeldes. No Señor, aún trataríamos de encontrar la utopía, la paz, el silencio… Sólo entonces cuando Nieva pensó que aquello había sido transmitido no existía y quería que no existiese. Tenía miedo nada más. ¡Semejante locura en mi casa! No, todavía no mami. Qué menos mal, que no haga estupideces, no vuelva a trastornarse. Mamá, donde se habrá metido. ¿Querrá jugar a las cartas? Yo creo que no, que no hemos desayunado todavía.
Mamaíta, andaba nerviosa, entonces YOP iba acumulando su propia energía. Animaba a Nieva. Nieva fue camino del desayuno. Allí estaba su madre leyendo las noticias:
-¿Mami, por qué?,
-¿Por qué me has dicho…? ¿Por qué no has venido antes?
-No sé me hicieron daño, mami, sus angelitos los que todo lo guardan, los cuatro de la cama.
-Tere reza.
-¿Sus cuatro esquinitas?
-Lo siento, hija mía.
-Mami, ¿dónde te has metido? Y mami no contesta. Porque está haciendo los oficios.
Estábamos tres de aquellos elementos en ebullición mientras escuchábamos las noticias. Hablaban de un elemento creado, un… llamémoslo spirit, era como digo un elemento creado gracias a la ingeniería mecánica, había que entender que todavía no había sido percibido pues estaba refugiándose en otro planeta. Este era a la vez un nuevo símbolo, un simple y fenomenal modo de dar por terminada la tarea en los albores del siglo XXI. (Año 2004) Aquél que hoy es este, es el siglo de la conquista, el siguiente al siglo del descubrimiento y anterior al signo de la anunciación. Qué si Julio Verne, que si Asimov y ahora Pedro Duque (in persone). Que si la estación MIR, que si los sueños rotos de algunos supervivientes, que si todo era un movimiento sísmico de raíces electrónicas. Dicen que en USA van adelantados, hoy nos llegan noticias a España, sin mirar el mapa vemos a spirit como un todoterreno moviéndose y yendo a descubrir la siderurgia, el electro-magnetismo. Quizá así las elementales razones de sobrevivir de cada uno no vean otros motivos. Aquel millonario que no se sabe si era ruso o si aún sigue trabajando para los EEUU, que como un elegante fontanero aseguraba haber llegado a la luna, hoy descubrimos que habrá tierra fértil en Marte… pero no se sabe si fue antes el agua o el spirit. Marte es el mundo extraterrestre más cercano a la tierra, a él no va la luna, él tiene sus satélites. ¡Hoy es un día histórico!
Mientras tanto el mundo sigue simplificando sus cuentas, el Euro va cercano. ¿Qué tal Inglaterra?, Europa está de moda. Viviremos una gran recesión, se podrá asegurar en el verdadero sentido de la palabra, el significado suficiente y seguro para entender que vamos a puerto seguro, siguiendo la misma línea, surcando las ondas de tierra…, se puede cultivar ésa. Es la forma primaria de acertar a encontrarse como si de un refugio frente a la muerte se tratase, hay guerra, pero no con armas, el dinero es el señor al cual no hemos de servir, sino dejarlo estar con ecuanimidad, y austeridad, el dinero es un señor todopoderoso, pero no tiene la última palabra, que si le concedemos al Señor Dios Nuestro, que desde lo más íntimo del hombre le apoya en su voluntad de creer en Él como el Salvador.
Hoy había más noticias: La eterna pregunta, casi sin signos, casi identificativos, de la verdadera revolución musical. La Beatle-manía, que pasa desde un informativo que hace posible declarar culpable a Michael Jackson y no ha sido absuelto aunque andaba con un juicio como enemigo de los clérigos, que también hay color, como los que cantan el Gospel. Aquél transformista, un transformista casi transformado, un muchacho que aseguraba ser razón y juicio
Pues bien, entre tanto ajetreo y con tantas ilusiones se bloqueaban la salidas de aquella su tierra, la tierra de spirit que haría de Marte su último lugar, casi el primero.
Todo eso en las noticias, y Nieva entendía, creía que entendía. No hablaba, escribía. Tere se decía una y otra vez sus verdades, con sus más alegres formas y las mejores formas de encontrar a sus servidores, españoles y americanos lo más verosímiles y los más atrevidos e insufribles de los perros guardianes. Los gatekeeper, los que cuidaban de que todo tuviese un orden porque la vida no es juego y hay disfunciones, funciones confundidas que lo único que hacen es crear una cadena, que ya decía el cantor que las desgracias nunca vienen solas. Porque Tere es casi profunda, es casi poeta, que no termina de estar realizada por no acabar con todo, la que todo lo fastidia, la que no tiene ni voz ni voto… a la que nunca preguntan, porque las preguntas sobran…que ha aprendido a interiorizar y dicen que va por ahí casi muda, y a veces habla sola, porque cree que no la entienden… Y los locos, los que aún buscan cosas nuevas, los que no habían resuelto la realidad, que se le hacía un tanto cuesta arriba, porque no estaban motivados no encontraban lo que buscaban… no ellos también tienen la culpa.
Nieva ya no sabía, ni entendía, sólo sentía. –Ella no hace nada, sólo experimenta y busca soluciones. No es que le doliese la cabeza sino que simplemente trataba de demostrar y trataba de considerar (reflexionando) porque sus formas de aceptar sus principios terminaban como en los peores momentos, algo que hace de ella misma una maestra de la nada.
SEGUNDA PARTE
NIEVA HABLA SOLA
Ahora y ya desde hacía mucho tiempo, Nieva era un ser errante, iba ensimismada y trataba de encomendarse a aquellas cosas que tenía como conocimiento, fruto de sus estudios, todo eran sentimientos de soledad. Sólo buscaba y no hallaba, no regresaba, no volvía a pesar de sus miserias, trataba de reírse de aquello que le producía un cierto dolor, pero lo principal era saber y entender qué le ocurría.
Sus sueños y resueños, sus idas y venidas, sus limitaciones todo le aconsejaba que no se dejase ver, que no traspasase ni ejecutase ella sola las bromas… cuestiones dolorosas que no le servían de nada… su propia manera de ver las cosas… no era cuestión de experiencia, sino más bien de una revolución de su propia vivencia,
Quería saber ¿quién era ella?, pero no quería transformarse, sólo quería probar a ver qué era capaz de realizar, de hacer realidad, y todo ello aquello que surgía se convertiría en libertad. La soledad le daba pie a buscarse a sí misma, para conocerse y por ende darse a conocer.
Ella quería sentirse libre, pero como todos tenía su conciencia, su ser, su propia imagen y no quería disfrazarse. No quería permitir que la vida se dibujase como una flor porque aquello no era más que un miramiento, una manera de ver las cosas.
Era tan alegre y simpático todo aquello que encontraba, que ni siquiera se esforzaba en abrir o encontrar un nuevo presupuesto, algo distinto, no sé: una emisión sonora y lamentable que no sólo se oía sino que además era cómo un susurro, una nueva forma de encontrarse, ella misma, en su mirada y en sus más risueñas y fáciles idas y venidas cómo en un mapa desdibujado que no es capaz de seguir… aún con su dedo índice
Le gustaba recorrer mundo, no sólo a solas sino que pensaba si aquello era selva o mar, que no tenía nombre porque no lo quería encontrar.
Pero que eran aquellas voces, no eran palabras de amor, ni siquiera sentimientos humanos sino que provocaba en sí misma miles de ternuras y cuántas más voces mejor como si se tratase de un lugar o un ser maloliente, embrujo, un inimitable modo de encontrar lo que quería, inimitable porque todo era reflejo de su propio devenir, si propio mundo.
Tampoco se trataba de que ella tuviese un él, pensaba en sus épocas de exploradora, las veladas a la luz de la hoguera bajo una luna brillante, allí se reían de todo y todos pasaban la pelota a otros, pero se trataba de encontrar un respeto por todo aquello que por común tienen las reuniones a la luz de la candente madera recogida al atardecer. Era como una nueva ilusión, una nueva vida, como la única respuesta, como la única salida, algo que por encanto iba tan sólo a envolver a sus palabras, eran voces tristes, temblorosas, Nuevas raíces. Mensajes que producían una eclosión y un sonido, que acariciaba incluso a sus enemigos, algunos de ellos eran lucifer…sus más allegados daban pavor, pero ella los consideraba “gamberretes” enviados por alguien que quería conocer de primera mano qué podría acontecer a los compañeros y compatriotas, todo se pintaba tan oscuro y opaco que nada se percibía como si todos los amigos tuvieran cada uno un destino, y esto les llevase desde la juventud vivir una vida diferente a la vivencia diaria de años de antaño cuando iban al colegio.
A Nieva le gustaba pensar, lo hacía ella sola pues aprendió a reflexionar. Pero Nieva o Tere, que Tere tiene padre, y Nieva lo anda adoptando, no saben si son la misma persona.
Nieva: la de la niebla, la del conflicto filosófico
YOP. La ingeniosa, el ingenio, casi la genuina.
Tere: la que va “toa” miope
Así y de forma normal, sin que nos duela nada veremos que es difícil observar por las noches de un vivac, cómo el amanecer muestra su rayo de sol. Mañana despertaré en otro lugar.
Ella estaba hablando sola, y quería entender qué le ocurría. Tenía un impresionante sentimiento de soledad. Hablaba para animar y convertir la soledad en un sentimiento algo más simpático, hablar para pasar el rato. Otra cuestión es cuando ella habla no para pasar el rato… se convierte en un elemento subversivo, un sujeto rebelde, y opta por estallar en gritos en plena calle, para declararse contraria a las reglas y normas constituidas, ir en contra de los poderes institucionales y los gobiernos dominantes.
TERCERA PARTE
YA QUE NO QUIERE SER MADRE SE METE A ESCRITORA
Ella había decidido dedicarse a escribir, ocupar una posición en sociedad y tratar de “desfacer entuertos”. Sus desventuras venían de la mano de una autora, que nos habla de cosas personales, basadas en tonterías acompañadas de una fantasía casi increíble.
Era como un nuevo Quijote, una nueva forma de volver a empezar, pues era lo que se llevaba allá por el siglo XXI. Era aquel en sus inicios una forma de darle forma a la escritura, controlando las palabras para hacer juegos, juegos por los que todos darían más de lo normal, se convertía en una actitud trepidante provocada por la imaginación y la realidad retocada.
Hablaba de sus cosas: Se trata de un siglo colérico, no sólo virus, también hay agua en Marte, todo son martirios de los dioses, pero qué dioses, ¿mortales?-. Hablar de cuestiones relacionadas con la religión no es digno de discusión, lo importante en este caso, consiste en orar. Pero entonces ¿de qué está hecha Nieva? Trataba de buscar la melancolía del Quijote de Cervantes, que escribió su obra en la cárcel, tras haber perdido un brazo en la Batalla de Lepanto.
Ella buscaba sus personajes, no entendía pero todo le propiciaba el hecho de armarse de valor. ¡Padre, quiero un Quijote!
Tomó sus armas y de esta manera con boli y papel se dispuso a no dejarse arder, como ocurrió a Juana de Arco, sino que pretendía encontrar algunas pautas para ir desentrañando la personalidad de sus personajes y sus circunstancias para que todos sus actores presentasen cada uno su idiosincrasia, (cual Pirandello, narraba sobre sus personajes)… pero siempre yendo por delante y controlando la vida de sus protagonistas.
Pero, ¿y Quijote?, Quijote fue libre, demasiado libre… ¡Fíjate en aquello de los molinos de viento!... pobre infeliz: -¡Qué no son molinos que son gigantes! Tuvo que volver a su tierra, pero nunca habló con ningún molinero viejo, él vivía por sí mismo las andanzas sin música, pero producida por una mente trastornada.
Emulando la literatura cervantina, nuestros aventureros serían una chica varonil y una un poco gordita. Como eran dos y no sobrevolaban en ningún cielo azul, ambas se entretenían en besarse de puntillas, se miraban y todo eran ruidillos y susurros. Eran dos personajes bonachones. Una de ellas iba andrajosa, no sabía vestirse y le sobraba algún “michelín” que otro. La otra era una gordita graciosa, pero sus voces se las llevaba el viento. Lo que mejor se le daba era encontrar la solución a aquello que de no ser resuelto, quebraría la lógica. Trataba de superar los problemas, dejando visibles las promesas y aventuras… pero cómo…, pues fácil sonreía y nunca mentía.
Lloraba ella, lloraba él, sin importarle físicamente que sería aquello, lo que no veían pues ellos dos seguían mirándose y volcándose en sus propios problemas o con sus miradas tristes, se sonreían. No cesaban sino que tan sólo encerraban entre ellos dos un halo de gozo, como un nuevo boceto donde queda reflejada la ternura. ¿Y nosotros, qué pintamos?, ¡No vosotros no lo hacéis que todo lo fastidiáis! Pobrecitos los dos protagonistas estaban desviviéndose pero únicamente era uno por el otro. Eran dos figuritas de papel creadas con la tinta de un bolígrafo cualquiera. Ahora hablamos de ella y él, su pareja…
Si ya fuese escritora, te diría, mi querido Unamuno que entendí la lección, pero mis personajes no van a rebelarse contra mi sino que no los voy a crear porque antes, hace unos días empecé mi biografía. Nieva salía de su tozudez y terquedad.
-¡¡¡¡oh!!!!
- ¿Grandes progresos?
- No sólo voces
- ¡Mamá! Dijo él
- ¡Pa…! (casi muda) dijo la gordita.
-¡Unamuniana!
- Quizá tan sólo seguidora de una brújula de metal, esa, la que estaba hecha de imán.
- Entonces ¿quién?
- La usurera, la del tesoro la que se ofreció por consumir poco. ¿La del sexto? No, más abajo… la del bajo.
- Aquí no hay nada más que tristes luceros, y mucosas celestiales como los grafitis pintados por feos y dudosos duendes que engominados iban a bailar y a dar voces a la calle, sin olvidar su chupa de cuero… pensando sin embargo si las brujas que no brújulas eran tan absurdas como los molineros viejos. Aquellos duendes y brujas de la ciudad no habían crecido y ellos, el mayor y ella la infeliz no podían ver nada más allá de sus narices.
-¿Será cuestión de odio?
- Sólo es cuestión de dolor, no que ya me habían amado.
- Se acordarán ellos
-Me acordaré yo como una ramera. Allí en la calle junta al lobo, el fiero, el ingenuo, el que nada hacía pero todo lo fastidiaba.
-¿Será uno de mis inventos?
-No tan sólo es un zorro.
No llevaba marcada ninguna letra en su pecho, no encontraría ninguna posibilidad de comercializar o perder la esperanza con similar resurrección, como por entonces se había quebrado un mísero entorno de la delicada flor, que hacía tiempo había dejado de ser la Flor de Lis.
Cómo se reflejaban ellos, él y ella. Se veían desprotegidos por sucios fenómenos de tristes luces de neón que se vuelven a veces ecos lacónicos, voces voraces también a veces y veteranos de guerra. Así se encontraban ellos en el asfalto, dónde había negras visiones que traducían en melancolía lo que no habían visto en sus quebradas y señoriales historias.
Él reía a mandíbula batiente y en cualquier lugar de la ciudad vislumbraba y encontraba ruinosos juegos de cartas, como corazones que ya no servían, no pretendía jugar él sólo: -¿¡Entonces, ella no juega!?
Ellos se miraban y mientras él reía, ella se ponía colorada cómo un nuevo divieso que le hubiera salido en el hombro. Ella quería ser entrevistada por algún dios, un dios con hijos para ella misma: ¿¡Para qué!? Para enmendar la plana.
Eso era sí señor, Yahvé. El sudor corría de la frente al hombro y todos se animaron. -¡A ver chicos, arrimad el hombro!
Entonces el “homo novus”, el gran orangután que vino de la selva, se cuadró y se quedó agachado, como buscando y rebuscando entre sus largos cabellos que no tenían caspa… lo que hacía era buscar y tratar de ver quienes le traicionaban quienes eran sus enemigos, de dónde le venían aquellas voces de ultratumba que pululaban y se hacían ellos mismos como los últimos rebeldes, los rebeldes que buscaban a sus antepasados, sus ancestros.
-Rey de oros
-¡Pásame la plata!
-El orangután recordó cómo se había alimentado de banana. ¿Qué tal ibas con la lana?
-Bien, como buscando a mi abuela
-¡¡Tía!!
La gordita le dio un susto de muerte al tétrico y malvado salvador, al que a veces llamaba jefe y sólo era él, un chico varonil.
La fiesta no sería en plena avenida, sino que él y ella querían diseñar sus trajes para ir a combinar sus andrajos bajo la luz del tono anaranjado de la tarde:
-¿Dónde?
-Iremos donde hayamos de ir
Hablaban,
-Y, ¿qué se decían?
-No se decían nada, tan sólo se pintaban, formas con flores e incluso alegaban tristeza y voz siniestra.
Era como bailar mientras se miraban.
Tan sólo la libertad se esforzaba en agradecer, no a ellos, sino: vosotros por vosotros mismos ejerceréis de tiradores y trataréis de fabricar en la chacinería de don fulano una nueva manera de iniciar la verdadera y más fiel forma de encontraros con vuestros amigos más íntimos. Nos iremos de merienda, pero nada de ilusión, ni volcanes negros, como en Marte, donde existiría también una ingrata preocupación.
¿Qué habría sido todo esto…? dijo uno de los duendes engominados que trataban de hacer eficiente y fácil aquél retiro de la vida corriente, pensaba buscar la libertad en la celda de un convento, pero, ¿cuánto le costaría? Ser libre, vivir en libertad y encontrar una vocación que encauzara sus sentimientos lejos del mundanal ruido.
Lo que todavía no se había hecho realidad era que en su libertad ella pudiese propagar su mensaje…
Aquello que ni un ingeniero mecánico habría descifrado, era para ella como sentir un nuevo sentimiento que desde el punto de vista de sus más lejanos y ensordecedores ultrasonidos, sólo enviaban a las que tardarían un poquito en aparecer. Pensar en cosas sublimes le fascinaba, pero su intención no era para nada la de meterse a monja, sino más bien buscar otra alternativa. Quizá si llegase a ser madre… Tener hijos que fuesen con la lección aprendida.
¿Serían flores traídas de lejos, para alegrar el cuarto de invitados, como cuando se pinta con un pincel y se aprecia un cuadro costumbrista, un nuevo foco de luz que engendra la tiniebla y lo que hace es proyectar un nuevo sistema o una voz que sólo produce un mal sonante y casi casuístico caos quebrante, como una cacofonía?, ¿será el misterio sideral de la música? No sólo era locura como si emprendiésemos un trayecto hacia algún sitio con rumbo a la “new age”… ¡la nueva era, decían!, ¡la de los teclados!, ¡la rara!, ¡la de la mueca!
Sólo le faltaba convertirse en tahúr, para jugar con toda la baraja. Pero ella ya no quería saber nada de todos estos juegos, por lo que veía a distancia a los suburbanos del barrio latino-americano, pero ella no quería perder la razón, era el euro que se iniciaba en Europa, donde se creaba la Europol, los ingleses se quedaban como adormecidos como queriendo superar una prueba, como si su razón no tuviese sentido.
Aprendería a escribir:
-Hola
-Hallo!, What a pity!
- How is the war?
-No, mira papa, ésta no será tampoco tu guerra.
-Esta vez hemos perdido todo el hilo.
El escritor que aún se mantiene con el bolígrafo escribiendo no cree en ideologías, ni tan siquiera siente. Lo único que hace es aprender a dibujar.
-Y a esto, ¿Cómo lo llamamos?
-Pues la quinta, (no como la quinta del sordo de Goya) la quinta y más cercana, casi la sexta generación internauta…
-¡Pues a navegar!
¡¡¡Zoom!!!
-Y es así nuestro Quijote que andaba un tanto despistado y se dejó ver el plumero hoy en día sería más perfecto que Cervantes.
-Pasaron las navidades y llegó la cuaresma,
-¡Todavía no!
(Eran él y ella hablando de su relación, buscaban encontrar cosas en común. Si ella era escritora, él aprendía a escribir, sí querían llegar a algo… será necesario tener cosas en común, si no soy madre, ¿me meto a escritora?
Nuestra aventurera Silvestra fue capaz de ir a hacer gimnasia, recorrer longitudes y esclarecer los terribles momentos. Era ágil, sí, sí que lo era y era una joven valiente… ¿eso dicen? Se dicen tantas cosas. No ocurrió entonces sin lo que se suele encontrar cuando no vemos lo que tenemos delante, no nos fijamos sino en un punto y transcribimos palabras unas seguidas de otras, que hablan del oro y del moro. Esto les servía para conversar, hablaban del origen de la música…, el andalusí.
Entre ellos no había ningún tipo de simbolismo y por eso permanecían a ratos en silencio, como tratando de encontrar una manera un poco frívola para ejercer su santa voluntad como si se iniciase en un nuevo contraste, pensaban en hacer algo en común: veían niños blancos que venían del colegio, niños que crecerían amparados bajo la tutela de sus padres: él, ella, ella, él. Así no eran sólo dos sino que además de ser cada uno, cada cual, eran pareja sin igual. Pero eran dos o uno en sí mismo, aquello no era una obsesión sino un modo de enterarse. No somos dos sino que somos uno.
No existían motivos para ponerse nervioso- y ambos se sentaron a calentarse las manos que aunque no había nevado todavía era posible ver que los verdes campos estaban llenos de gotas, gotas que se mueven lentas, mientras la niebla no espesaba, pero evitaba la lluvia. Era sólo un amanecer con el sol muy lejos. Era únicamente de madera como un árbol crecido, como de madera podrida, como un trozo de leña que no sirve para arder… ¿Qué ocurrió? Nada ellos seguían inmiscuyéndose uno en el otro se dejaban mirar de tal manera que olvidaban su soledad, ahora eran dos en uno, uno por el otro, pero lo que les faltaba era procrear y eso es tarea difícil, que natura hace la labor por sí misma.
Entonces tras la fiesta...
-Sólo nos queda jugar a los naipes.
-Me parece bien.
-Yo pensaba en el rey de oros.
-Yo no, yo sólo vi una tonta muy gorda que comía alcachofas.
-Y, ¿qué hacía con las alcachofas?
-Nada tan sólo se alimentaba, pero pasaba la mayor parte del tiempo “luciendo palmito” y llenando de ilusión todo lo demás por vivir. Pero pasaba un poco de hambre, se preocupaba por la figura, y rompía los moldes de las mujeres que por sí solas tratan de no echarse a perder a pesar de la edad.
Se decidieron a verse otra vez, una cita allá donde los caballos corren, al hipódromo, Ella rezaba. Él salía de la cuadra llevando bien atados los jeans, su vivencia consistía en que en cada momento iba descubriendo sus nuevas y bien calzadas herraduras, las que le servían de punto de apoyo para no caer rendido mientras el caballo llevaba a sus mensajeros a lomos como quienes siempre marchaban llenos de ilusión sobre su grupa
Desde dónde habían nacido encontraron a sus bienhechores, en el rincón de antaño. Iban en barca, era de madera, todo le recordaba buenos momentos, pero no se atrevían a decirse la verdad a la cara, ella tenía que reflexionar, tenía que vivir, y era el momento de tomar una decisión. Ella sola no podía, por lo que la idea de convertirse en autora de sus cuentos, sus hijos era una forma de plantear el tiempo que le estaba tocando vivir.
Se veía a sí misma hablando con aquel señor que montaba a caballo, le resultaba un tanto distinto a otras veces en que habían entablado conversación, hablaban de cosas interesantes, además no perdían el tiempo con monsergas solo alegaban aquellas ideas que les hacía parecer más importantes. Sin embargo ocurrió que aquel ser varonil empezaba a resultarle un tanto distinto como si fuese a creer que su simiente o su socarronería y triste nostalgia estaba llena de ideas para iniciar un camino transportando plegarias. Ella rezaba.
CUARTA PARTE
NIEVA ESCRIBE Y BUSCA A TERE PARA DECIRLE ALGO
Llegó un momento en que nuestra autora se empezó a preguntar qué era lo que podía plasmar por escrito, trataba de redactar empleando las palabras con su mismo y singular significado.
-Si yo fuera escritora
-Eso lo definiría yo, y no tú.
(Eran Tere y Nieva)
-No sabemos cómo fue, pero todo empezó a funcionar si existían las ideas y existían las palabras. El mejor manual el diccionario, pero no alejarse mucho del libro de ortografía y gramática
-Hasta aquí bien, pero…
-Pero claro: ¿qué clase de ideas?
-Las ideas son de dos clases las de la vida real (en el supuesto de una biografía) y las ideas originales o aquéllas otras ideas fruto de la imaginación.
-¿Y qué te parece?, ¿Cuál es tu estilo?
-Verás no pretendo crear un estilo nuevo o ¡quizás sí!... yo lo llamo… bueno se refiere… a dos versiones de un mismo autor. Se entienden como hiperrealismo e hiporrealismo valorando las verdades entre la que son fidedignas de un hecho o una actividad y lo que es fruto de la invención o creatividad. Son estas últimas las primeras que llaman la atención, puesto que si te pones a inventar, o mejor dicho crear, creas ante ti un montón de cosas que manifiestan la necesaria utilidad de las palabras. El estilo de mi escritora es el de una niña que explica cómo le ha ido la tarde y te cuenta, comenta y predica, pero por otro lado pone algo de otra sustancia, de otro elemento… incluye palabras que por sí solas no significan gran cosa. ¡Nos gustan mucho las palabras!, sí, nos gustan no sólo para escribir, sino también para crear una nueva manera de relatar o narrar, haciendo coherentes las ideas de tal manera que se entiende lo que se pretende exponer.
-¿Con qué intención?
-Verás, una de las circunstancias que más he gozado en mi pequeño seso, ha sido para ver las palabras bien situadas. Pero llegar a entender lo escrito, es cuestión fatigosa para un artista de la palabra.
-Si escribes es relevante hacerlo con propiedad, sabiendo lo que quieres indicar o plasmar en un pedazo de papel. Hay muchas cosas posibles de relatar, empezando por aquello que te aconteció durante un tiempo
-Pues a mí, me gusta más el hiporrealismo, donde todo es fantasía, es un mundo fascinante lleno de sorpresas, que no sorprasos (esta segunda palabra es referida a una situación de la vida política, de cómo unos partidos dejan a otros tiritando en una carrera por alcanzar el mayor grupo de votos del pueblo en el ámbito electoral) Ellos los políticos nos engañan, nos mienten para ganar adeptos, encontrando como resultado también detractores.
A mí me gustan mucho las palabras que lleva su propia inspiración, son las casi manidas palabras y giros literarios que alcanzan a narrar con encanto… ¡encantados quedamos!, ¡no se pierda usted el siguiente número! Será el más… ahora no puedo definirlo sólo quiero…
-Su estilo parece franco y fácil, claro que tendrá su dificultad, pero mi estilo es el que me trae de cabeza, me levanta las historias que se habían adormecido.
-Una vez quise ser hija de Unamuno, hija adoptiva, me empeñé en ello y como no salen voces en contra pues… yo misma. Si él no me quisiera yo me sentiría muy dolorida. Es de verdad el mejor autor y personaje representativo de esta mi ciudad también.
-Eso son pues, dos estilos en un mismo paquete, dos formas de ver las cosas o bien grandes que parece no llegan, o bien pequeñas pero inquietantes con ambas formas trato de ser yo misma, de relatar para pasar los ratos.
Tere quiere hacer un día su propia biografía y Nieva su autora quiere inventarse cosas nuevas, acordes con las reuniones de los famosos y crea en ellos reflejados algunos de sus protagonistas, seres con los que disfruta la propia autora.
Uno de sus actores es un sociólogo, un escrito con protagonista… el bueno de Máximo, un hombre débil sentimentalmente que pese a la muerte de su madre y por ello mismo es capaz de enamorarse de una señorita que trabajaba en una tienda con la que compartiría matrimonio. Hay otros personajes: Philip y Mararía de “Un sueño indescriptible”, María la bailarina y el indigente de “El baile de su vida”, Elo el protagonista de un cuento de adultos, capaz de luchar por bien de la humanidad, también hay un conjunto de protagonistas de otro escrito que se viene a llamar “El amor furtivo”, ellos son: Alicia, Ana, Isabel, Juan, Tomás y Carlos. Y no podemos olvidarnos de Matilda, en un cuento de adolescentes que la convierten en protagonista de una realidad difícil por la que pasan todas las chicas a una temprana edad. Todos estos ya han nacido, son personajes con personalidad, cada uno tiene sus cualidades y defectos. Cada uno de los personajes que pasen, hayan pasado o puedan pasar por mis manos tienen su peculiaridad y las circunstancias que les rodean son fruto de su propia vivencia. Algún escritor comentó en su día que sus novelas eran sus hijos, yo no sé ¿hasta dónde llegar?, pero un escrito no puede crecer y envejecer, siempre está ahí y así queda para gloria de su autor.
Soy yo que estoy jugando como los títeres, esos personajillos que cantan en la calle mientras mueven con cuerdas las marionetas a las que dan vida.
-Y ahora, y hoy, ¿qué te cuentas?
-Verás, venía pensando que me gustaría escribir algo que funcionase, algo que mereciese la pena mas no sé aún si seré capaz. Tengo muchas historias. Historias de mis amigos, de mis vecinos, de mis familiares, de mi progenitor, pero no sé si algún día resultaría importante o no. Escribir es una vocación, me ha costado mucho llegar a conocerme, ha sido lo primero, entender hasta donde llego, y cuándo termino o bien he empezado de nuevo o bien descanso un ratito para volver a empezar.
Quiero recordar hoy como he disfrutado estudiando la carrera de Ciencias de la Información, una vocación más que una inversión.
-Ya hablaremos largo y tendido sobre los estudios y las experiencias en busca de empleo, lo intenté incluso en la radio. Cualquier otra ocasión podrá ser apropiada para tratar el tema de cómo ganarse la vida.
-Mi estilo, es un estilo personal y autocrítico que basado en mi vida personal y acompañado de mi imaginación presento la tendencia estilística de crear escritos y consideraciones con la mera inquietud de buscar una satisfacción que me llama a sentir un pequeño orgullo…, de esta manera trato de encontrar razones personales y dar sentido a los escritos que hago.
Este estilo está basado en una herramienta para alcanzar consideraciones concretas, tales como realidades y como idealidades. En verdad trata de encontrar y captar todo aquello que se presenta para leer. Se trata de dos maneras de entender aquello que se pretende contar, si nuestra labor tiene tres funciones vitales: formar, informar y entretener (así dicen en las clases de periodismo) pues bien buscando un hueco en el panorama social defendemos una manera de escribir con dos versiones: Por un lado las experiencias personales y por otro las ilusiones fruto de la imaginación. Un escrito realista y a la vez imaginario donde la capacidad de creación supone percibir un sentimiento personal, lo que implica que el escribir y expresar con sutileza, utilizando esta herramienta, podemos pasar de entender a interactuar en la sociedad sin otra pretensión que hacer parar el tiempo ameno, con “los dimes y diretes”.
Tengo en posesión un blog y una página web, en ambos espacios online, mantengo abiertos mis escritos a los lectores, a los que gustosamente quieran leerme y a los que busco causar buena impresión.
Denomino las dos maneras de escribir que fácilmente tienen distintas cualidades como: hiperrealismo e hiporrealismo, (hablo de ambas de nuevo para definirlas).
El hiperrealismo se fundamenta en palabras, ideas con significados, cosas reales cargadas de valor, hiper: “superior” Así encontramos en el blog artículos de crónica periodística.
El segundo conocido como hiporrealismo, es la formación de textos que surgen de la imaginación, aquí entra en juego como razón de ser algo más que periodista, un carácter marcado por una personalidad que poco a poco se va desarrollando, surge de aquella cabecita, como un pájaro de colores para encontrarme a mí misma en situaciones fuera de mi vida privada. Son las historias que se crean con rasgos sacados de una realidad que no es tal sino una forma de dar significado a todo lo que le rodea.
Una cosa son los conflictos sociales, las noticias, la realidad, está ahí, candente al pie del cañón, y otra cosa son las historias que puedo relatar relativas a aquellas cosas ideales que nos vienen de la propia imaginación, buscando la mejor forma de escribir que convierta a la lectura en una manera fácil, entendible, cercana, y aquello que se escribe tenga como colofón el interés del lector, para dar un texto y recibir un mensaje de cordialidad, por aquello que nos entretuvo mientras pasaba el tiempo. (Tanto a uno como a otros: escritor, lectores)
-Pues bien, yo Tere, te busco a ti Nieva, para comentarte que en esta vida cada uno llega hasta dónde puede, y no hay nada más bonito que escribir, pero no sólo entendiendo el sentido de una biografía, algo que te da la vida, sino también aplicar la ilusión de escribir, al ejecutar textos con palabras y frases, las ideas y las idealizaciones tienen su punto, como aquel punto, el punto G del cual hablan las revistas del corazón. (La prensa rosa).
No sabemos muy bien cómo fue, pero Nieva llegó a escribir, no sólo era eso, también trataba de hablar con Tere:
No habían nacido en aquel sistema elementos menos deseados que los que se inician cuando no sabes muy bien cómo empezar a escribir, bien hablamos de duendes, o de brujas, de encantamientos o sueños, cada elemento vive a su manera sus menudas vidas, presentan sus argumentos, cada uno con sus peliagudas (o lo que quiere decir, que es difícil de entender y de resolver) vivencias, peliagudas porque cuando alguien no tiene que hacer sino interpretar las ideas, puede caer en la falta de no acertar a concebir nada novedoso. Encontrar un tema algo más sencillo podría solucionar el problema de las palabras… se acercó y gritó: -¿Se oyen voces de ultratumba?
-Claro sólo eran seres como gusanos que se alimentaban y se movían haciendo ruido con zumbidos y con sonidos lentos como el tañer de las campanas.
-¿Qué ocurriría el próximo día de difuntos?
Allí todo estaba por empezar tan sólo se sonreía y se sentía como si estuviese sucio y no pudiese lavarse, porque el agua sabe salada.
-Será la sal
- Tan lejos no caemos…
La muerte no es persona, la muerte es el ronquido o el arrullo incomprensible de rezar cuando te vas a dormir…elevamos plegarias, mientras las piedras dejan pasar a través los sonidos de las milenarias lápidas de los diferentes hogares, tristes osarios que permiten acercarte con una botella de whisky para interpretar la canción de un pirata. El pirata que pinta, el tuerto, el que se tatúa
-Tetuán aún está lejos
-María Antonia, apaga la televisión
-No puedo que me hago caca
-Pues no permitas que te rocíen con sal picante.
-¡Nooo! Que hoy la sustancia que trabajan es la sal yodada, aún somos algunos los que creemos que de la mar el mero y del campo el cordero.
Entonces la gordita y la varonil se fueron a comer…
-Entonces: ¿qué clase de encantos? Por ejemplo: los encantamientos, momentos en que las tinieblas, aún no son negras sino que clarean por la luz de las libélulas que revoloteaban con colores como si las mariposas fuesen tras esos mismos encantamientos, y luego llegasen al río, como el peculiar río que se muere y se oculta, no hablamos del Pisuerga, sino del Guadiana. Será que el río viene cargado de arena. Pensamos que el agua es tibia, que no nos hemos bebido, sino que corre, gracias a las glaciaciones, que hacen de la nieve caudal para desembocar, tras haber cerrado con destreza las aguas cuyo caudal viene cargado y cuyo cauce presenta una especial manera de ocultarse bajo los llamados ojos del Guadiana. Estas cosas nos gustan, pues no son enemigos de la razón, como un tono de barítono con gallos, estas ideas absurdas sirven para representar con arte el verdadero sentimiento de lo que se viene a considerar texto por escribir… tratamos de dar a conocer el porqué y el cómo, de la escritura.
La gordita y la varonil no habían dejado de percibir sus fecundos mensajes, las lecturas que se intercambiaban como tratando de hallar cosas en común cuales sus mejores amigos, como si de un sacrificio se tratase, donar algo para percibir la vida de una identidad, cubierta de razón y corazón, hallando sin dudar la personal compañía. No estoy sola, sólo que me entiendo mediante una doble perspectiva.
Se trata de Tere, le gusta la coherencia, a Nieva le fascina jugar con las palabras, pero las dos saben y entienden de forma similar, sencilla, entendible: a veces pensábamos en que el hombre y la mujer en sus diferencias y con sus roles, distintos pero semejantes, eran similares a dos gatos, dos lindos gatitos que se arañan y se encariñan. Yo creo que es la ley de la vida, a ver si no qué hay de la existencia. Si cada uno mismo por sí mismo halla cerca el complemento para su soledad… se dedica a plasmar por escrito las historias, los cuentos, o tratar de demostrar a los demás que hay cosas que tienen sentido, que tienen un valor personal muy por encima de los rumores y cotilleos, es como abrir una nueva página de una lectura de papel cuché, todo es comunicación, sirve para lo que hay de menester en los medios del espacio público.
Nuestros personajes nuestro Quijote y nuestro Sancho, el largo y delgado como un nuevo molinero convertido en nuevo Hacedor, el campechano y orondo como un servidor lleno de ilusión y sin otras frivolidades que dar a su señor aquello de lo que carecía, era un loco…ambos buscan sus prioridades, así Tere y Nieva en su misma identidad, tratan de convencer a sus colegas de que siempre hay algo más, algo nuevo que contar, ¡que continúe el espectáculo...! Buscando dar algo por entendido, tener una verdadera concepción de las ideas, es como un juego de perros y gatos, unos que van tras los otros, se acercan y se alejan (esos son los enemigos) y corren y van contra corriente como surcando las olas o dejando tras de sí una estela de estrellas. No sólo contra corriente sino también a favor del viento como un nudo corredizo que se estira y se forma si lo terminas de atar a alguna estaca cuáles animales domesticados pero no los hombres y mujeres que aún no se han quedado en cueros, sino que se visten con lo último de la temporada intentando no ser descubiertos por sus padres.
Papi y mami, te dan las pautas, pero tú has de permitir que te aleccionen, te eduquen y te paguen los estudios.
Pero nosotros buscamos pareja, declararnos enamorados, pero no ante papá y mamá, somos nosotros los que resolvemos los problemas absurdos de chico busca chica, no sería un sentimiento sin carácter sino que se reclamaría en su misterio como una nueva savia, la que corre por las arterias vegetales de los árboles y tiestos de interior, hasta localizar a la sabia de turno, que como Celestina te ayuda con usura en tu búsqueda de la pareja ideal.
Nosotros dejamos de llorar, y entonces mamá y papá se sonríen.
Si nos fijamos en la televisión, sabemos qué ocurrió antaño, qué hay de nuevo en la casa de Adán, él era el jefe y Eva su efigie, su semidiosa, su semidesnudo, provocativa y seguidora de sus enseñanzas y hermana de sus comportamientos. Complementos uno del otro por medio del psíquico y el físico Newton y su manzana.
Pinocho y su nariz mentirosa. Si hablamos de narices, las hay de empolvar y desempolvar, narices puntiagudas, otras chatas, y otras como un sidecar como decía mi abuela, que mi “lala” la lleva perfecta.
Pero hablando de las narices mentirosas, yo no quería contar o negar lo que en realidad ocurría para ver si era verdad o mentira lo que un muñeco de madera podía comentarle tan sólo para declararle en su propio diario si existen Gepeto, y la ballena dorada. ¡Qué cuento! (esa era Tere,- pero Nieva no se ha dado cuenta… la deja sola)
Mamá, quiero ser artista, porque es lo que se lleva. Pero ella se tuerce, deja de lado las dianas y nace un llorón precioso que tiene un objetivo y todo. –Me gusta leer, ¿Qué diría el molinero? El viejo molinero no pudo continuar con su trabajo hasta que aquellos espectros no se habían marchado de su territorio. Fue entonces, cuando sin derramar nada más que un agüilla templada se creció y se produjo el milagro, el molino volvió a funcionar, el molino se vio a lo lejos en aquél relato Quijote se arrepintió y no se lanzó a fantasear con los molinos de viento. Sancho lo recordaba en su ínsula, que no nuestra península… tan sólo nosotros montamos en el AVE y llegamos como unos minutos más tarde habiendo salido con una hora de retraso.
¿Así es que si te planteas crear una historia, un nuevo libro y no tienes más que serigrafías recortadas de emblemáticos protagonistas? Lo mejor es dejar pasar el tiempo mientras fomentas nuevos tipos de vida, nuevas razones para continuar, casi hasta te trazas un camino o al menos te organizas para disponer de tu tiempo y crear así lo mejor y lo más tierno, lo que te puede dar fuerzas para volver a empezar como si de un sistema de cambio se tratase, como si de una razón o un nuevo modo de ver las cosas se hiciesen los amigos y los enemigos los que sí, y los que no. Pero lo peor de todo es no recordarlo. No poder volver a contarlo, no encontrar el palabra adecuada o no darse cuenta a tiempo de que existe un nuevo cambio, un nuevo efecto, algo que genera novedad y que se presume que llega a todos los lugares pasando desapercibido. Sin que nadie ni nada eche un vistazo o se intente dar cuenta de que hay cambios que realmente transmiten una nueva enseñanza, como un nuevo sonido como un mejor y más acertado nivel de promoción, como si el juego de naipes sólo existiese para no golpear la mesa con el puño cerrado jugando a los chinos.
Porque no es azar sino un ramo de azahar para coronar una virgen. Ver esta misma historia desde otra perspectiva, no lleva a ver que hay ricos, no sólo en oro, sino también ricos de voluntad y de valor y cuyo objetivo “ná más” que es alcanzar la libertad, para no sentirse objetos sino convertirse en sombras chinescas haciendo de su imagen un conglomerado, capaces de mostrar un cuento, simplemente alzando la mano para no menospreciar a los feos sino obsequiarles con interesantes y nuevas ventajas, sin atreverse a despreciar a sus semejantes.
Contar historias por contar sin preocuparse de los caprichos de los protagonistas sin permitirles revelarse como un ogro malo que no quiere entenderles. El autor un trasnochado, un romántico que ha decidido irse a “Nietzsche”, donde el lobo no es lobo sino sucedáneo de lobo, domado por el autor para no pervertir ni estropear lo que ya casi se estaba rompiendo. El hombre, hoy en domingo ha llegado a mostrar el desnudo humano un desnudo nada natural, sino provocativo que entiende las almas aletargadas y les permite una sola acción: reconocer sus reacciones.
(Vuelve Nieva): Sigo como escritora buscando la libertad sin encontrar ataduras pero, ¿hay alguien que pueda negar una historia de amor perfecta que se produce entre dos seres?, ¿y si hay descendencia? Es acaso pecado, ¿se puede valorar hasta dónde ha de llegar aquello que es tocado con la barita del amor?
Unos dicen que es un misterio, yo la verdad no lo veo ten claro. Porque escribir no sólo es un sentimiento sino también unos intereses y o unos principios, entonces sí, entonces creer que has alcanzado tu propio clímax, si encuentras lo que necesitas que a la larga es lo que buscas y lo que encuentras. Porque el pecado no es imperdonable, porque existe la satisfacción de darse cuenta de que alguien te necesita, te reclama y te encuentra y te quiere y te dice: ven, ¡anda!
Cómo todo se convierte en una estupidez no le reconoces el sentido a nadie lo único que es inquebrantable es el miedo y la falta de razón, donde nacerán cabezas, y el sol pondrá y saldrá puntual, a su tiempo como en una historia de Robinsones donde la psicología y el sentimentalismo juegan a no perjudicar a los más duros como él, como Clint Eastwood el que trata madera del este, el que trabaja para mantener limpias sus botas u encender sus cerillas con el rostro casi idealizado ya pues a duras penas si había barba, no… ¡que sí que había barba ya en pleno crecimiento! No, no quiero entender al actor.
El contenido de un escrito es como si una hilera de flores, de ramas y de arbustos verdes se idealiza tan sólo por la simple y buena versión de los acontecimientos que tan sólo se manifiestan, con esto indico que la escritura necesita su meollo, su ser, su paradero, aunque no desconocido. Entonces ¿Existe un camino recto para llegar a nuestro destino?
-Te comento que se me ocurre, contar una tragedia: Un estanco ahí vecino, yo en la prensa reportera de poca monta. Me informan de un robo, ¡es un suceso! Es la policía que te habla por el taxímetro, la conexión radiofónica, ¡dónde y cómo llegan noticias a la redacción! (Luego ya sabes, levantas el teléfono y allí todo se sabe). No lo descubrí pero no perdí de vista aquel delito. (Algo había pasado) cómo eran vecinos aproveché para echar un vistazo. Pasado el tiempo la estanquera resultó muerta de cáncer, yo empecé a fumar y compraba todos los días en el estanco, ya sabes los pitillos, cigarrillos y puritos en ocasiones… ¡una vez me gané una mochila, por una promoción muy “in”!
Lo más interesante ya dejé de ir al estanco y todavía no sé si ocurrió un suceso, pero como periodista no pude relatar. No sé cuál fue la razón, creo que fue por no poder comprobar nunca si existe alguna sección de aquél día del periódico, algo que alegue lo que allí había ocurrido tal como me relató la muerta en un momento anterior al óbito.
Pensando en los casos o sucesos nos damos cuenta de que existen y ocurren los acontecimientos que vienen anunciados porque no se encubre a los malos testigos. Los testigos que se enfrentan ellos solos a sus versiones, con las que manifiestan las cosas y como canallas o seres mal interpretados se convierten en misioneros de la verdad. Tratan de defender causas malas o buenas para cuál era el móvil o quizá la idea del suceso y ¿yo que hago?, ¡qué casualidad!, yo pasaba por allí y así fue como lo entendí. Pregunté por la estanquera y me dijeron que no sabían qué había ocurrido pero no la volví a ver. El otro día pasé y vi una señora de un quiosco, me sonó su cara y pensé… ¡serán vecinos!
Luego me acordé de mi amiga cuyo padre camarero, y resto de la familia que vivía en frente y habían tenido un incendio cuando aún íbamos al colegio y un día cualquiera pensé que era el aniversario de la muerte de su papá. Aquel borrachillo que me quería invitar a un helado. Allí surge un encuentro, entre mi amiga y yo… le enseñé las bragas desde el balcón
Pero la historia allí vivida se resume el día de su cumpleaños, que celebramos las dos: nos quedamos comiendo toda la tarde y diciendo: ¡nos ponemos las botas!
Yo terminé vomitando, ella terminó ligando ¡cómo se ponía la tía al hablar con no sé quién! ¡Qué cuadro! Yo es que siempre me he visto obligada a ser un poco glotona. Luego llegó mamá y tras limpiar aquel desaguisado… se acabó el cumpleaños.
Me gusta celebrar los cumpleaños con mis amigas, la que mejor se lo monta es Ani, porque es la chica que conozco con la mayor “vasca”-Quiero decir mayor grupo de amigos, ella siempre despotrica de ellos y en fin se queja pero antes de la boda, su boda, había llevado una vida llena de allegados, vecinos… eran los chicos de su barrio, los primeros a los que oí hablar del “botellón” Elvira la larga es delgada y morena de piel, estaba opositando, y siempre hablaba de sus males. Julia la gordita es la mejor, hace de todo ¿y cómo cocina? Lo hace bastante bien: ¡yo una vez, fui invitada y todo, a saborear una de sus recetas! Ya se ha casado también. Cristina y su novio que se dedican a pasárselo bien pero bien y con cabeza. ¡Qué si un picnic de lujo, que si una excursión! ¡Ya tenemos piso!...Qué panda Dios mío, y luego ellos, los de la contrarreforma y el DJ y los insurrectos: te cuentan una historia y te la crees… ¿no te lo crees? Yo sí que casi me contaron una pero se hizo tarde y no debieran de darle importancia.
Ani se casó y ya tiene un hijo es un pequeño, su niñín, el del corazón destrozado el que aún no sé si llora, el que es hermoso y parece bonachón. Se llama Charli como su padre, se han marchado a Bilbao o a San Sebastian, no sé con exactitud… Esas han sido mis condenas pero aún quedaba algo, Susana y el destierro de la princesa. Susana me presentó a un señor, un frívolo libra que no siempre está trabajando, que ahora está en Barcelona o en Gerona, no sé muy bien: que ha sido un traslado forzoso. Que quería ser mi jefe y le escribí un libro, un conjunto de folios mecanografiados que servían para dejar como favorito al Ché de los spray y a los buenos de las pintadas que se creen que el último recurso de la civilización se gana a pulso haciendo un grafiti. Se trata de una tesis no muy extensa que recoge la impresión de un movimiento que hoy sigue estado de moda, y más en mi barrio, el barrio Zoes, de mi Salamanca natal. Pero hoy los artistas…veo algunos de comportamiento libre y ecologista, vete tú a ver la obra de Ibarrola.
Pero mi arte surge de la pluma, soy licenciada en Ciencias de la Información. Y puedo por mi olfato de buen sabueso, reconocer:
A cualquier periodista llegaría al concepto de comunicación.
Pero hay formas y formas de encontrar una vocación.
Hay periodistas vivarachos y periodistas lacónicos.
Hay periodistas avispados y periodistas atontados.
Hay periodistas sucios y viejos y periodistas que ya no visten con Jeans.
Los que van a la moda y los que están pasados de moda.
Periodistas pusilánimes y periodistas tímidos y románticos.
Hijos todos de la suerte y del amor al prójimo, como ruiseñores sin color, como seguros seguidores de la liebre que corre delante y que no pueden alcanzar que es tan fugaz como el cortísimo tiempo que pasa desde un disparo iniciando la carrera hasta el fin o meta. Es también como un ir y venir y mientras voy y vengo te lo cuento.
(Nieva es escritora, pero Tere periodista de carrera).
No hay ni un momento ni un instante que resulte tan tibio como sentir que la buena gente es la que te agradece y cree que los malos y los no malos son como elementos de un mismo sistema, un sistema que funciona y que no hace sino permitir que el funcionalismo transforme los actos en acontecimientos siguiendo siempre las leyes con la ley del embudo o la libertad de los elementos como clima en la corriente de opinión. Así en nuestras clases universitarias aprendimos teorías de la comunicación y autores que daban vida a una labor que permite entrever que las ciencias de la información acapara todo el territorio del globo terráqueo… y… tenemos de que hablar: formar, informar y entretener.
Pero la más importante, es llevar cada uno su lógica, su fundamento de tal manera que defienda siempre las mismas verdades, y permita mostrarse coherente y encantado de llevar a cabo una vocación que no es mero entendimiento, sino un modo de vivir envuelto entre hechos, aconteceres y realidades que implican la necesidad de transmitir aquello que nos permita crear nuestra propia personalidad.
QUINTA PARTE
NIEVA SE LO EXPLICA A SU PADRE UNAMUNO
Cuentan las viejas, las viejas que no entienden de desiertos porque una Semana Santa salieron al paso de su propia procesión, la procesión del niño del templo, el que fue llevado por sus padres pero que era el de verdad, el que pensaba y sentía, el niño relisto y simpaticón.
-¡Qué majiño!
Pues esas viejas eran sus amas de llaves, las que le mostrarían el camino del yugo de los bueyes en que ha trabajado su padre hasta la morada del descanso que llaman la alcoba. Como de allí nada se sacaba y nadie venía a ver qué ocurría: la aldea era como un pueblo que susurraba como arrullado por la paz y armonía de los astros celestes, los del cielo azul, al alba y, casi negro al anochecer.
Pues bien aquella tarde las viejas estaban apostadas en sus butacas de mimbre dentro de las cuatro paredes que constituían el habitáculo. Bruñido en hierro cuyo uso era ser local protector de golosinas, revistas y juguetes de un quiosco cuyas dueñas superaban las de la edad adulta pero mantenían en su propia persona toda la esencia de aquella empresa. Algo con tradición sin estar obsoleto, algo que mantenía a los más pequeños e inquietos, y siempre a la expectativa.
A las nueve vamos al “cole” y luego nos cuentan, nos comentan cómo les han ido las cosas a sus compañeros pues todavía no piensan en sí mismos y no tienen capacidad sino de cogerse cuajos y tratar de comerle el coco… a mamá para que ésta se acerque al quiosco y de esa manera hacerse con las golosinas que tanto nos engatusan.
Las viejas de quiosco son historia real de una señoras ya entradas en años que pasados unos treinta años más o menos eran otras dos mujeres las que en distinta posición en la plazuela de aquel mi barrio, se habían hecho con aquel quiosco que tanto y tan oportuno siempre ha permanecido abierto. De cualquier forma aquello era un negocio, y Tere de pequeña, quería un juego, un kit de enfermera, pero su tío abuelo no le quiso regalar.
A ella le dejaron de gustar las cosas del quiosco.
Lo habló además: -Y su Titi no le hacía caso y le respondía a veces: tú eres una niña caprichosa. (Qué pensaría Titi) Ella prefería mantenerse tranquilamente pensado en todo aquello con lo que soñaba y mientras lloraba con su llanto se enjugaban los ojos. Como era difícil creer que se podía intentar sondear los senderos del Señor, las viejas sólo observaban sin mayor vigor que preocuparse de vender sus chicles a 6 y sus pipas a 25. Esto nos puede servir para entender el desfase económico, ya que el euro ha hecho que la moneda más empleada sea la del euro, la vida ha subido un 200%, pero los ciudadanos siguen viviendo con sus mismos entretenimientos, y gustando sus chuches o consumiendo tabaco. Así treinta años de diferencia hacen que las cosas sigan estando iguales.
Aquel sería el primer momento en que se supo algo de una formidable historia de amor que no correría sino gracias a las horas tristes de recorrer un espacio de oriente a occidente.
En occidente, en el oeste sería dónde se pondría el sol y la oscuridad comenzaría a tener sentido a provocar nuevas sensaciones, sentimientos de temor no producidos por la venganza sino fruto de una relación completamente sana pero llena de quebraderos de cabeza y de tristes desencantos o desengaños que sólo transmitían elogios a la razón. Así nos acordábamos los chicos del oeste, de Goya y sus pinturas negras que si bien es el mayor genio de Felipe IV y por tanto pintor Real, tuvo sus verdaderas pasiones como las declaradas por todos los artistas debido fundamentalmente a su sordera o a lo tamizado que tenía el tímpano y los fluidos no sólo artísticos sino también la locura de su cuarto negro de su Quinta, la Quinta del Sordo. ¿Por qué me gusta este pintor? Porque no es tan loco como “Van Gogh” que se cortó una oreja.
-Goya siempre me gustó porque me recuerda a mi papá que pintaba las paredes del cuarto de mi hermano. En mi habitación nunca pintó nada. ¡Jo, papi! A mí siempre me dio rabia y no quería que viniese a darme las buenas noches, pero un vez incluso le llamé y acudió… me cubrió con la sábana. Aquella noche me sentí como un angelito que aún busca a su papá.
Cosa que sigo haciendo –Nieva declara que existía una vida anterior, antes de producirse la revolución de sangre y surgir siguiendo un problema de narices, Niebla era Tere, que no Terencia, ni Manolito sino Tere la misma tonta de siempre la que quería sobrevivir y agradecer, los pequeños momentos de felicidad que había vivido. Fue entonces cuando Niebla dijo: -Te veo.
-y veo, veo, ¿qué es?
Un ser humano con ganas de luchar, con ganas de superarse, con ganas de encontrar un halito de aliento que la haga sentirse satisfecha pero sin olvidar sus directrices en el juego de la vida bien aprendida y la herencia de su papá:
PADRE NUESTRO
QUE ESTÁS EN LOS CIELOS…
Habían pasado como treinta y dos años, quizá cuatro o cinco menos y Tere estaba en la capilla rezando, sería ese el momento en que tomó uso de razón…
No, sólo era el momento en que se decía a sí misma: ¿Qué has hecho por ti?- Verá usted, yo… esto… Quiero ser periodista.
Aquella misma mañana partía a la Feria del Libro, en Salamanca la han cambiado y la han colocado en otra localización cerca de las Úrsulas y el Campo San Francisco. Al inicio de la zona monumental. Allí Unamuno y la Casa del padre santón que no había dejado de buscar a Dios, al Altísimo, al Creador…
Yo hoy quiero seguir su ejemplo: Padre… ¡soy agnóstica! Déjame continuar buscando, buscando para usted y para mí. –¡Qué no falte el sentido común! Padre que el sexto… el sexto sentido.
-Aún no ha sobrevivido.
-Qué no vi su historia de amor que quiera narrarla porque vivo y la vida no es sólo sueño como decía Calderón sino además algo habrá de real como nos legó Lope de Vega, Padre que de nuevo Don Quijote y Sancho. Pero no dónde ubicamos la Biblia. Que si soy, que si no soy. Más tarde otro día me descubrí a mí misma pareciendo como un ser normal que tiene voluntad.
Padre que aún la busco, la busco y no la encuentro que ni tan siquiera soñando logro reactivar su figura.
-¿Qué pasó?
-Que mira lo que ha pasado:
“Iba yo camino del Registro de la Propiedad, y no sabía muy bien cuál sería el problema o la situación que me provocaría y no me dejaría aliento. ¡Aliento no!”
Era una ambulancia que me provocó en la cara, iba camino de los 33 y todavía no había diseñado mi decálogo cuando descubrí la mano de Unamuno.
-Parecía distinto, la miré bien, ¡era cómo un diablillo!
-Qué gracioso, ¡sería aquello un cuento!
No, cuentos los que él contaba que yo he leído un libro dónde se recogen sus pensamientos y es el más cuerdo el que mejor supo hacer.
-Que se vino de Bilbao, aunque dicen que allí está muerto, pero que aún es una estatua, mírala allí donde la feria del libro.
También conozco a Torrente Ballester: ese si era salmantino y lo vi en persona, “no sé si gallego” pero con once hijos y una alumna, al menos con su estilo propio que también está afincado aquí en nombre de las letras que es nuestra querida Carmen Martín Gaite que descansa, sí descansa, en los Bandos, que aún hay bandoleros.
Padre que yo en quien pienso es en Gala, un señor muy “pitiparlante”, que también descansa aunque no mucho… Gala o Gala, o quizá Marina Castaño que siguen con el rollo de la herencia y que el bueno de Cela, el buen castellano habla de la ñ escribe: “Viaje a la Alcarria” peor que un esperpento. Pobre Valle Inclán. Qué piensa usted señor, que la saga aún tiene experiencia y vive del dolor.
Sí señor nos gusta narrar mientras lo vivimos y sentimos que somos fieles a nosotros mismos.
-No es la Biblia, que es “recuento” y un canto a la literatura.
-Pero Padre que existían muchos en Inglaterra.
-Yo si viajase iría a Roma.
Sí verá usted que hay estilos y estilos
-Que si Dickens que si los hermanos Grimm que si la revolución, que fueron ellos antes. Que ellos crearon la –Factory-, que si la llegada del Norte Americano, que si el Boom, que si prensa y yo ¡aquí comiendo palomitas y viendo mujercitas!
Que es real pero no, es la revolución feminista, ¡que había un amante romántico! Y ella que quedó prendada; pero no era normal.
-No Señor, ¡yo le aborrezco!- y él que se delata y le dice- Mujer, ¡qué crees!
Continuaban en aquella plazuela donde las voces de los tristes pájaros, los vencejos comentaban, seguían haciendo pupa pero ella lo había entendido y ya se pensaba en poner bombas, que había dejado de ir a orar por ir a bailar y no encontraba lo que quería.
-¡Resultaba evidente!
Hoy andaba bailando y pensaba en la…, en las noticias del jueves que,... ¡ya es viernes! Si claro, pues ¡en Comuneros hay ratas!
-¿Qué es eso?
-¿No lo sabes, el amante de Juan sin miedo?
-¡Qué cuento!
Pues un hombre muy valiente que al descubrir su verdadero valor se asustó y todos creyeron que se estaba cagando. Que no era eso que era otro el refrán. Que yo defiendo que el cuento de Juan sin miedo tiene moraleja.
-¡Sí hija, en casa del herrero cuchillo de palo!
Que Nieva andaba despistada.
-¿Papá has visto?
-¡Lo crees!
-Si papito, lo creo, no creas que miento.
Nieva continuaba con su problema de nariz y le había dicho: problema de nariz, creo que eso era una invención. ¡Que ella quería contarlo a los cuatro vientos! ¡El qué!
Que la Niebla lleva cola, que si te levantas por la mañana temprano, hemos descubierto que hay mucho humo, qué todo está contaminado.
-¿Lo crees?
-¡Sí claro!
Pues es verdad que creo, cre-o en todo aunque siga siendo agnóstico que quiero rezar… ¡padre!
Y es que ella no era católica, pero su hermana la loca a la que llamaban Juana y querían prender por parecer un gato sin guantes aún hablaba de otros hechos y otras formas.
-¡Qué si yo vi un Pepe, ¡qué no! Que era Popeye y comía espinacas. ¿Dónde, aquí? ¡no era en la tele! Claro que no, era en casa frente a un espejo.
-¿Qué usted tiene casa?
-Calle, calle que a quien busco viene de lejos y aún no la ha tumbado.
-¡Qué! Que no ha tumbado la casa –como decía un camión… una de esas de los 80
-¡Que es mi generación!
-Pero a mí me gustan los 60. Que es la música que me ha enseñado papi. Que son discos nuevos, que son discos de Camilo Sexto y Rafael que hoy siguen triunfando y mientras tanto nos acordamos de los Beatles. Que Madona se lo hizo con un “preacher”. Y el loco de Michael Jackson va a buscar trabajo como ama de casa para limpiarle el culete a los infelices que venían de allá y venían oliendo a Fresa y Chocolate, fue la película -¡qué me encantó!- Y mientras en España la “movida” Que me acuerdo de Loles León mientras Rosa de Palma enseña la nariz y la mujer se siente guapa.
-¿Y eso a qué viene?
-Que casi se olvida la mujer de ser mujer y se cree que por su nariz puede desinhibirse. No me creo nada.
-Jo Papi, Que yo tengo mi propio mundillo…
Y baila, baila por no hacerse un nudo en los pies. Que una vez fue a caerse en la Calle Toro y le silbaron unos obreros y pensó:
-¡Caray! Trataré de bailar mejor que quizás me lo he aprendido mal…¡¡¡mamáaaaaa!!!
Y no le dio importancia, como nadie sabía.
-Querrá alguien comprobarlo que no me hice… sino… un poco de sangre. Entonces, sí, entonces: ¡¡¡papáaaa!!!
Ya ves, que hay quienes buscan estrellas y yo no hago más que encontrarme una vida encantada llena de dolor, que sufrir es vivir.
-¡Que no te vendan la moto como intentarían otros!
-Si no te enteras y dices: ¡me encanta! Y por eso buscas de nuevo una idea para no perder el ritmo. Que tu cuerpo eres tú y te tienes… ¡si lo pierdo, ¿Qué?!... Coño que si me quiero, que a eso lo llaman autoestima y es buena la fortaleza espiritual para transportar con amor propio “tu chasis”… y entonces me quedo muda. Porque no entiendo y no quiero entender.
-¡Qué!, ¡qué tal! Mami y papi bien. Yo, de putamadre. Que a los 33 era cuando te ibas a dar cuenta de que existía otro modo de valorar los encantamientos. Que creías en las brujas y lo que querías era ser un electroduende pero qué hortera, pues a mí me dijo un fan de “Alaska” que venía la revolución de los electrodomésticos y me lo creí.
Lo único que me cuesta y me sorprende es comprender si a pesar de todo lo que a una mujer le puede ocurrir se puede transformar en una conclusión casi visceral, lo que hace, es plantearse, ser fruto de una historia, de una historieta real, una story de las de antes donde la unión de un hombre y una mujer da como resultado “goodnotice”, una buena nueva que lo que transcribe es la razón de la existencia fruto de su propia consciencia que se vuelve vulnerable.
Aquella era una de las pertinentes e interesantes ideas que existían entre aquellas cuatro calles que corrían como enlazadas dejando entre las aceras como dos isletas que eran autosuficientes. Y resulta que aquella plaza o plazuela que parecía ser punto culminante. Que dicen que el sol se pone por el oeste. Es entonces cuando semi-apostada en sueños en uno de los actuales bancos que rodean el transformado espacio veo que las cosas son distintas. ¿Cómo?
-Muy fácil, observando cómo se halla situada en el lugar donde se conserva mejor los tiestos de frente, cara al sol y con olor de hogar cálido está, estaba y no sé si estará la tienda de una amiga de las de juventud.
Aquella amistad se inició poco a poco y yo todavía no he perdido el sentimiento infantil de inseguridad por haber encontrado una amiga. ¡Creí que tenía tantas!, ¡quién me queda! Eva, Inmaculada, Mª del Mar, Mary Luz, y Chus dejando sin menospreciar a Teresa, Paloma, Susana, y aquella… Carmen Rosa que iba con su abuelo.
Aquellas éramos algunas de las chicas de Trinitarias. Aquel colegio era un foco de amistades. Todas éramos niñas más o menos infantiles, todas con sus uniformes, vistiendo del mismo color. Aún no sé si son amigas. Serán algún día únicamente conocidas. No he vuelto a saber nada de ellas.
Sólo me acuerdo de Elena e Isabel. Una está en un convento, la otra es doctora en un laboratorio de investigación. Me alegro por las dos, son las chicas que más me han gustado. Sobre todo Elena por su carácter y resignación e Isabel por su constancia y raciocinio. Ninguna de las dos fue “scout”.
Yo comencé a ir a observar a la Madre Naturaleza desde “lobata” con la Trinitarias hasta aquel verano del Cámpore en Benidorm adónde fuimos muchas al encuentro con otros jóvenes, chicos y chicas y cantamos por Badem Powell quien dijo: “Intenten dejar este mucho mejor de cómo lo encontraron”. Siempre existía esta imagen más tarde en Maristas, mientras continuaba estudiando en las Trinitarias, la imagen de los guerreros por la paz de Canadá, con nuestros sombreros de exploradores tratando de servir para lanzar un mensaje, una nueva, un telegrama morse, para encontrar el final del combate. Y el reencuentro con los viejos lobos y “Baguira” o “Balú”… “aun creo que Mogly sólo trataba de sobrevivir”. Al respecto puedo decir que ya estoy totemnizada, te ponen un nombre de animal y un apellido, Yo no he perdido el amor a la naturaleza a veces salgo antes con mi amigo que sola con mis fantasías y mis débiles ilusiones pero tratando de explorar de verdad. Lo que he conocido es Trabanca límite entre Ciudad Rodrigo y parte de las Arribes… así como la Fregenera donde se ven los árboles en flor y la Frontera portuguesa con ese trozo de río navegable que te lleva en barco a otra Nación.
Estos son los lugares de la región que trataremos de seguir explorando. La zona que más conozco es la Sierra de Gredos, muy cerca de Ávila viniendo de Madrid por donde encontramos la Plataforma de Gredos y las chorreras, acercándonos a Salamanca, el Pozo de los Humos. Todavía no he encontrado ningún amigo…¡Lástima aquella niña tan guapa!
En fin el hecho de las historias en el Maestro Ávila ha quedado relegado a un esfuerzo en el ámbito de la representación y el juego de la mentira teatral, ¡hágalo con dignidad! ¡Que sí… que mucha mierda!
Los chicos y las chicas del teatro funcionaban con un objetivo único- romper-. Yo por entonces no me lo había planteado sino lo que hice fue sentirme frustrada como mujer, llena de prejuicios pero con un gran susto, por lo que se presentaba delante.
Lo que fue una verdadera ilusión y un verdadero encantamiento, pues ni tan siquiera sé reconocer lo que aconteció, pero al fin pasé la selectividad… y ¡A la carrera! Terminé licenciada y sin saber ni conocer nada más allá que una buena tarea intelectual y el ligue con un chico porque sí- Sí terminé licenciada.
Y lo del chico… ni tan siquiera me gustaba pero me tenía todo el día viajando. Él era periodista y trabaja, cuando yo tenía 20 él tenía 28, bebía como un cosaco. Dos años antes de acabar la carrera corté con él. Supe que se había casado. Había perdido el puesto de trabajo con la consabida intención y creo que está con su mujer en Yugoslavia pues ella era oriunda de allí.
¡Me alegro, sí! Él necesitaba alguien que le cuidase y yo sólo quería satisfacer todos mis caprichos… estuvimos juntos 8 años. Pero sus historias me las guardo, porque forman parte de mí y no quiero que se deslicen sobre el papel ni que se manchen con tinta… Tuve otro novio, me duró unos cinco o seis meses. De ese no me importa hablar… Un… bueno, que sólo me quería para llevarme a la cama y además me lo dijo… ¡pobre idiota!: lo que sé es que pegó a un señor y no sé si estaba pendiente de un juicio por inútil y payaso, era muy débil emocionalmente. Había tragado mucha mierda y cuando le conocí quería cambiar, hacía mucho deporte… pero era un gallito.
¡Espero que encuentre una chica que le guste de verdad! Yo creo que no sabía lo que quería de verdad.
Si borrara algo de mi vida, borraría aquella relación.
Mis historias de amor reales las que conoce mi madre y alguna de mis amigas han sido frustrantes, pero a lo hecho, pecho.
A veces me pregunto si la existencia real de los sucesos puede hacer sentirse bien o mal a una persona… a mí me hacen sentir extraña pero plena, y entera, intentando soportar la situación. En ocasiones he vivido pequeños sucesos sin graves consecuencias eran como avisos reales de que la vida existe, a veces parezco dormida pero puedo asegurar que observo y escucho y hay bastantes cosas que no se me pasan de largo, a veces creo que hay cosas que ven más allá. Y que yo no puedo hacer nada más de lo que está en mis manos…
Amistades, dos conocidas: Eva y Dori. Ambas casadas y con niños. A mi… ¿se me pasará el arroz? Lástima de mujer infértil pero no me importa no tengo a nadie, bueno a Gala, Antonio Gala, que yo soy mujer y tengo capacidad para concebir… Este es mi libro.
A veces me invento un mago de oro que no me abandona, peor nada es verdad, por eso me gusta más.
Mamá dice: - Tú llámame perro y échame pan
Yo creo: - Ande yo caliente ríase la gente.
Y es que no me convenzo a mí misma de que soy feliz. ¿Por qué? Porque nos quejamos de nuestra suerte. ¿¡¡Merece la pena quejarse!!?
Mamá suele arrepentirse y renegar es horrible, es un patrón que no, que no quiero aprender, prefiero ser yo misma.
¡Qué pobre de mí!
Digo las cosas tal como las pienso, aunque a veces me hago un poco pelota… ¡No nos engañemos todos somos un poco hipócritas. En ocasiones para no olvidarme de los contrastes por eso de comparar y hace similares a dos personajes dos seres que se comparan aunque dicen que las comparaciones son odiosas y que no se pueden rendir cuentas a dos amos a la vez.
A veces me gustaría tratar del mismo modo a mamá que a papá pero ellos no son iguales yo sólo estoy en medio y trato de sobrevivir permitiéndoles a ellos vivir así, a su manera de cualquier forma… De cualquier modo tratando de encontrar soluciones para hacer que mis cosas vayan bien.
Que tengo miedo a perder el norte a no estar equilibrada, a perder el juicio que en ocasiones me doy cuenta de mi situación actual. Soy una disminuida psíquica y tengo los papeles en regla, he tenido que realizar unos trámites burocráticos. Continúo viviendo en el mismo hogar junto a la Plazuela, la del Oeste, ésta ha cambiado visiblemente ahora es una plaza con una fuente en el medio.
A mí me gusta mi plazuela, siempre hay cosas que ver en ella.
Pero eso no es todo, del otro lado de mi calle abajo está la Avenida de Italia. Al final de la Avenida avanza una calle que es travesía llamada Álvaro Gil, allí el gimnasio donde llegar a ponerse en forma.
Los profesores son Paco y Pepa, son muy peculiares no les debo nada a ellos ni ellos a mí.
Voy allí y hago ejercicio, todo correcto, sin problemas pero se me hace poco, en ocasiones voy a la piscina a nadar pero este trimestre tengo el tiempo rezagado para esperar a mis papaítos. Mi relación con mis progenitores no es mala. Con papi me llevo bien, y sabemos poco el uno del otro. Mami rezonga, y yo trato de hacer que haya paz. Ambos son mis pitufitos, pues eran pequeños los niños y ellos estaban ahí, ahora yo soy algo mayor que ellos y no les desprecio, les continúo respetando. Ya veremos más adelante cuando sean mayores de verdad y les falten las fuerzas precisarán de mi ayuda y espero de corazón poder estar ahí para ayudarles para demostrar que aún se puede permanecer con ellos y cuidar de ellos, aunque creo que son muy suyos.
Quién hoy está con nosotros es la abuela, una mujer elegante y guapa que ya ha cumplido los 90 años.
Mi lala es una mujer seria y sabe lo que quiere aunque no sabemos si la tratamos bien o mal, ella se rompió la cadera y todo pero la peor crisis fue anteriormente cuando estuvo ingresada a causa de su estómago. Mi lala qué fuerte, qué valiente, ¡fuimos a verla en su novenario” Estaba tan frescachona y tan simpática como siempre.
Pero ahora necesito tiempo para mí. Me gusta escribir, relatar y sobre todo narrar. Hice de mi vida, la comunicación el uso de la palabra… (¡Oye! nena, ¿eso es lo que intentas?, ¡ojo!)
No sólo hay dialogo sino en ocasiones también monologo que una no estaría completa si en ocasiones no se hablase a sí misma tratando de enmendar la plana, de crear su propio estilo. ¡Que soy licenciada y ¿sé adónde voy?
¡Que es justo sentirse bien, entretenida! Y siendo educada se tratan de exponer las razones y que vamos consiguiendo pequeñas cuotas como logrando construirnos un nuevo y significativo momento ideal. ¡Qué soy yo, cuando estoy! ¡Y estoy cuando es oportuno!... ¿será una oportunista? No que la vida cuesta mucho manejarla que sólo se vive una vez y que llevamos prisa pero andemos con calma y midiendo los buenos momentos, ¡qué buenos momentos hay pocos!
Yo no lo quería creer y como alguna vez intenté contar había algo, una burbuja transparente que me proteja. Siempre trataré de protegerme así haciendo mi propia revolución.
Hice mi carrera universitaria en la Pontificia, un lugar sagrado que perteneció a los Jesuitas los auténticos los más “in”
Pero hoy he salido de casa y a la puerta del espléndido caserón turístico hay un cartel magnífico, un tablón como de anuncio que enumera un montón de bancos y emporios empresariales de una movida que indican que hasta allí ha llegado la podedumbre, la necesidad, incluso ahora está organizando y entra y sale dinero. -¡Qué pensaría el Maestro!
-Que si yo sigo aquí, que si hay luz que si alguien esperamos. ¡Existen verdaderamente elementos simples de comprensión sin que todo esté manipulado!
La iglesia sigue siendo la misma.
Tendrán que expulsar a sus mercaderes. ¡No, hoy ya entiendo un poco mejor… sus vecinos eran los de Cáritas! Existe la necesidad.
Contaban que si en EEUU se habían convertido en personas más conservadoras, seres más introvertidos de sus propias cosas
La iglesia… sigue siendo la misma. Tendrán que expulsar a los mercaderes. ¡No decían que la iglesia estaba anquilosada pero realmente: ¿ha cambiado? -Sí ha cambiado, es más comprensiva en algunos casos pero dejamos de lado la cuestión pecuniaria, Darle a Dios lo que es de Dios y al César, lo que es del César. Es un modo de vida o un estilo…Estilo de vida- modo de aprovechar tus instantes benevolentes, modo de vida: cubrir sus necesidades.
Pero la vida es un maremágnum de sensaciones, los escándalos sexuales y todo eso, dónde el hombre es más animal. Y la parte racional del ser humano ¿Por qué empiezo a contar? Por la necesidad de alimentar sus bajas pasiones. Bajas pasiones a las que denomino incluso el intento de sobrevenir a través de un trueque.
Mira, - Que me fui a la catedral, a ver si había iconos y yo compraba uno para mi mamá, pero mira de verdad ¡lo tenía ya en casa! Y entre las dos lo estuvimos limpiando… ¡qué no sé quién puede más que cada uno tiene sus cosas! Que si papi que si mami que si él.
Pero yo continuo así sin tener nada y sin olvidar lo poco que sé.
Que si Dios existe, que si Dios está un poco en todo, que me gustaría creerlo y a veces creo que somos débiles pero sí es verdad que nos gusta pensar que lo nuestro es bueno. Que si se apuesta, se apuesta con conciencia y yo sé que tengo todas las de perder. Que tengo muchos defectos y muchos problemas pero aún estoy en el mundo y quiero sobreponerme y volver a sentir la vida.
Que en verdad soy mujer y aprendí a sufrir en carne: lo que es sufrir para una mujer o lo que yo sentí cuando llegué al gimnasio, antes no me había enamorado, ¡qué duro...! No estaba dormida sino adormilada. Que no me había enterado y poco apoco entiendo un poco. Que la realidad en ocasiones duele. Si te dicen un par de verdades y ves que eres impotente… tú te manifiestas por que no puedes con los problemas y los problemas están ahí. Que tienes tus dificultades y te arruinas a ti misma pero tratas de sobreponerte y no olvidar tus principios.
Qué sí, que quiero a mis padres pero que también me quiero a mí misma ¡que no sé ni cómo me quiero!
Que me ha tocado un papel feo, que no somos nada, ni para nada servimos, que me entristezco y creo que a nadie ayudaré nunca y siempre seré una niña que no sabe lo que quiere y encima se cree madura. Que a veces estudio. Sí me gusta estudiar, ver las cosas y entenderlas, todo ello lleva su trabajo y es lo que más me gusta, no pasar por los cosas sin que estas te importen sino sabiendo a qué atenerme y con seguridad, sin escrúpulos y sin prejuicios y ¿a qué conclusión he llegado?, a veces yerro, me equivoco y dicen que de eso aprendes… (De los errores se aprende), a veces lo dudo… ¿qué puedes aprender de una mentira: que metiste la pata y te fastidias, entonces necesitas estallar pero hasta eso crea preocupaciones pues nadie tiene la culpa y vas y no quieres y te revuelves en cuerpo y alma y dices: ¡¡uy!!,¡que no se entere nadie! Y hay quien te ha visto en tu escándalo y tú dices: ¡Jope! ¡Qué bien que llegué a mi taco: Os voy a contar los de mis tacos, mis 33, si taco es edad o es palabra malsonante:
MARÍA TERESA MENDOZA HERNÁNDEZ
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